los beneficios cognitivos, uno de los procesos psicológicos que se refuerzan con la práctica del baile es la memoria, la cual puede mejorar a través de la realización de distintas actividades como la ejecución de una coreografía que es memorizada para realizar en el espacio y tiempo específicos marcados en esta, además, en el baile se requiere la realización de distintas actividades de creación, interpretación y audición musical (Martínez, 2012), acciones que generan la activación de la memoria, entre otros procesos mentales como el aprendizaje, la creatividad y la motivación.
Con respecto al factor musical que acompaña al movimiento, Daniel Goleman comenta que la inteligencia musical desarrolla aspectos afectivos, sensoriales que están relacionados con procesos como: la memoria, la atención y la concentración, permitiendo fortalecer habilidades cognitivas como: las descriptivas, que permiten contar y enumerar pasos para introducirlos en el tiempo musical correcto; las habilidades analíticas, que llevan a relacionar los distintos pasos exteriorizando inicialmente uno a uno para después unirlos y luego formar una coreografía; las habilidades críticas que permiten que el sujeto logre elegir y comprender los aspectos importantes el proceso coreográfico; las habilidades creativas permiten elaborar, aplicar, imaginar y cambiar; y por último, las habilidades motoras refuerzan la toma de conciencia de nuestro cuerpo, el dominio, control del equilibrio, la coordinación, el control de la respiración, el conocimiento del esquema corporal, la propia orientación del espacio y tiempo y la adaptación y adecuación dando lugar a la creatividad. (Mateo, 2012)
A nivel emocional y psíquico la danza consigue desarrollar, autonomía, autocontrol, la capacidad de toma de decisiones, adquirir confianza y seguridad. Según Gustems (2013), cuando las personas bailan su buen humor se optimiza, así como las relaciones interpersonales, se logra el autoconocimiento del cuerpo, su autocuidado y fortalecimiento del yo.
Daniel Goleman explica, que “el baile a nivel emocional nos permite expresar sentimientos y emociones, ya que promueve, distintas habilidades para comunicarnos con los demás, con el mundo externo; para expresar emociones y crear”. Un ejemplo de esto es la creación de la coreografía, donde se genera una unión y escucha entre cada uno de los miembros que hacen parte de esta, propiciando un trabajo en equipo efectivo y satisfactorio, con el fin de llevar a cabo un buen resultado. Además, se fomentan distintos valores culturales y sociales como la tolerancia, el respeto y la igualdad. (Aldana, 2017)