Mi manual del bebé Octava edición | Page 58

Embarazo / Tercer trimestre
Comparte tu experiencia y tus dudas con otras madres en www. mimanualdelbebe. com
56

Tercer trimestre: la recta final

Los cambios en esta etapa del embarazo son producto de las adaptaciones físicas, anatómicas, bioquímicas, fisiológicas, psicológicas, que hace el organismo para el desarrollo de la gestación, con el fin de asegurar la salud materna y del bebé. Estos cambios son normales, pero producen algunas molestias diferentes para cada mujer.
La hinchazón por acumulación de líquido, por ejemplo, en tobillos o manos, es normal que se presente, pero debe ser evaluada mediante atención médica para poder establecer si existe anormalidad.
Por diversas causas, hormonales, mecánicas, etcétera, durante todo el embarazo son frecuentes las molestias digestivas. Particularmente en el tercer trimestre, se presentan lo que se llama“ reflujo y agrieras”, debido a cambios a nivel de los músculos del esófago y el estómago, y por la presión del abdomen. La acidez o intolerancia a algunos alimentos se da porque el movimiento gástrico es menor, sobre todo después de comer alimentos sólidos. El estreñimiento y la flatulencia obedecen a que los movimientos del intestino son más lentos y a nivel intestinal se absorbe mayor cantidad de agua, por tal motivo es necesario incrementar la ingestión de líquidos y alimentos ricos en fibra( frutas, verduras, etcétera).
En este período, debido al mayor incremento en el tamaño del feto, es más probable que comiencen a aparecer las estrías. Su aparición es muy frecuente, sin embargo hay algunas mujeres que no las desarrollan debido seguramente a la constitución de sus tejidos, pero es muy importante tener en cuenta que ciertos factores influyen en su aparición: aumento excesivo de peso materno por mayor distensión de la pared abdominal, o falta de ejercicio físico para mantener el tono muscular.
No existe ninguna crema o ungüento dermatológico que sea totalmente efectivo en la prevención de aparición de estrías de abdomen y senos, pero de todas maneras, humectar la piel probablemente disminuirá el impacto estético. La humectación de la piel debe iniciarse desde etapas tempranas del embarazo. Posterior al parto será necesario hacer una evaluación dermatológica.
Sigue pág. 58