Salud bebé / Primeros auxilios
Heridas y sangrado
A medida que el niño va creciendo, va desarrollando sus habilidades motoras y van aumentando su autonomía, su deseo de exploración y apropiación de su mundo. Entonces es propenso al riesgo, porque todo lo quiere coger y llevar a su boca, tropieza con facilidad y se sujeta de elementos poco confiables, por lo que termina con frecuencia golpeándose, machucándose, enredándose o tropezándose.
Las acciones preventivas de heridas son acompañamiento y supervisión permanente de los adultos y tomar medidas de seguridad en la casa, para que sea un espacio motivador y seguro.
Si la herida es leve, lávela colocándola bajo el chorro de agua corriente para evitar que queden restos de suciedad, vidrios o piedras. Luego, aplique un antiséptico, déjela sin cubrir y consienta al bebé.
En caso de que la herida no parezca profunda pero sangre en abundancia, presiónela con cuidado durante diez minutos usando una gasa estéril. Cuando la gasa quede empapada, tome otra y presione con ella sin retirar la anterior.
Si la herida es profunda o persiste el sangrado a pesar de la presión, una vez lavada, cúbrala con un apósito estéril y acuda al médico a la mayor brevedad. Toda herida en cara requiere valoración en urgencias.
Envenenamiento
Como es habitual que los niños se lleven todo a la boca, se debe ser muy cuidadoso al guardar medicinas, elementos de aseo y desinfectantes. Si debe almacenar sustancias peligrosas en su residencia, hágalo bajo llave.
Las intoxicaciones pueden ser resultado de algo que el bebé comió, se untó o inhaló. Ante la presencia repentina de náuseas, vómito, dolor en la boca, irritabilidad, diarrea, somnolencia, hiperactividad, convulsiones o pérdida de consciencia, sospeche una intoxicación y acuda a urgencias.
Al llegar es necesario que usted sepa: qué ha tomado el bebé, qué cantidad, cuándo, qué síntomas ha presentado. Además, si usted identificó la sustancia, llévela, así sea sólo el empaque.
No administre ninguna sustancia ante la sospecha de la ingesta de algún veneno, tampoco trate de forzar el vómito; podría emporar la situación.
Lesión en los ojos
Los ojos son una de las partes más sensibles y delicadas del cuerpo y es raro que molesten, pero debido a la contaminación ambiental de las grandes ciudades, es frecuente que se vean expuestos a partículas extrañas que puedan irritarlos.
Cuando esto ocurre, la primera reacción del niño es llevarse las manos a los ojos para restregarlos y aliviar la irritación. Esto no es una buena medida y debe evitarse, ya que puede desencadenar mayores problemas. Ante una molestia, mugre o irritación, lave la cara del bebé con agua limpia. Así también lavará la superficie externa del ojo, procedimiento en el cual retirará el objeto extraño y mejorará la molestia.
Si la molestia en el ojo persiste a pesar del lavado, lleve al pequeño al servicio médico para que sea valorado y atendido. Nunca le coloque en el ojo sustancias que no hayan sido formuladas por un especialista y antes de colocarlas revise fecha de vencimiento y que sea el medicamento formulado. Jamás reenvase gotas para los ojos. Si se presenta una lesión en los ojos con sangrado, se debe cubrir el ojo y asistir de forma inmediata al servicio de urgencias.
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