Desarrollo / Meses 25-36
y entonces el calcio que antes proporcionaban la leche materna o el tetero puede obtenerse de derivados de la leche, como el yogur; la leche puede darse como un postre y no es necesario dar tetero ni excesos de leche.
Pautas de crianza
En su tercer año los niños están centrados en sí mismos y preocupados exclusivamente de sus propias necesidades; no tienen la capacidad de ponerse en el lugar de los demás. Por eso pueden parecer ególatras y egoístas.
El juego, como actividad primordial, debe ser promocionado por los padres con sensatez, evitando inmiscuir a los niños en juegos no adecuados para su edad porque les pueden generar enormes frustraciones que se manifiesten con berrinches. Ellos son exploradores y están buscando los límites, que al ser impuestos por los padres para cuidar su seguridad, no son fácilmente aceptados de su parte.
Siempre se deben recompensar y fomentar las buenas conductas; cuando se comprueba que han acertado en una decisión entre lo correcto y lo incorrecto, conviene felicitarlos y estimularlos. Las normas deben ser claras y adecuadas para la edad del pequeño, con límites que no bloqueen sus ansias de independencia para explorar el mundo. Y deben ser aplicadas por todos los adultos que comparten con el niño, por lo que conviene que los padres las enlisten, así como las rutinas diarias, y se las informen a los cuidadores.
Control de esfínteres
Aunque puede presentarse antes en algunos niños, el control de esfínteres se logra después del segundo cumpleaños, cuando los padres deben plantear este hábito como un logro de su hijo y no como una obligación.
Intentar que el niño deje el pañal antes de esa edad es un error porque no tiene la capacidad, siente que lo están obligando y que genera inquietud en sus padres, lo cual usa para manipularlos y hasta mostrar actitudes de rebeldía. Otro error es reprender o minusvalorar al pequeño por este motivo.
Los padres pueden aprovechar las señales de su hijo que indican que está listo para ir al baño: los niños avisan(“ tengo chichí”), piden la bacinilla o ir al baño y los varoncitos se cogen el pene( conviene entonces preguntarles si quieren ir al baño). Importante que apenas el niño pida la bacinilla o ir al baño, se le atienda de inmediato.
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La calma y la paciencia son pautas para el éxito en este aprendizaje, que depende directamente de la aprensión de los padres y cuidadores: entre más ansiosos y obsesionados estén con el asunto, más se demorará el niño o la niña en aprender a ir al baño. Si después de los tres años no lo ha logrado, conviene consultar al especialista.