Mi manual del bebé Octava edición | Page 114

Desarrollo / Mes 1

Juegos y estimulación

La estimulación para el bebé requiere un ambiente amoroso, cálido y tranquilo; actitudes de los padres como paciencia, amor, comprensión, dedicación, su relación con las personas que le rodean y con el ambiente.
Cada juego estimula un aspecto particular de la formación de interconexiones neuronales del cerebro, que se desarrollan en mayor cantidad desde el nacimiento hasta cerca de los tres años y ayudan al pensamiento, el movimiento y el progreso sensorial.
Todos los niños son diferentes, aprenden a su propio ritmo y a su tiempo. Durante el juego no deben sentir hambre, sueño, ni malestar. La estimulación debe ser una experiencia positiva. No se les debe forzar a ninguna actividad.
Para bebés de 0 a 3 meses
112
Las respuestas del recién nacido son automáticas. Jugar, para el bebé, consiste en mirar, sentir, escuchar, oler y conocerse. El amamantamiento, el arrullo, los abrazos, hablarle permanentemente, las canciones de cuna, la música, las mecidas suaves y las caricias, son formas de jugar. Después del primer mes, aparecen las respuestas sociales.
Conviene poner al niño en el suelo sobre una manta y boca abajo, para que se mueva y ensaye todas las posiciones posibles. Todo lo que hace lo prepara para gatear, sentarse, pararse y caminar. Espontáneamente juntará sus manos.
Vestirlo, desvestirlo, bañarlo y dormirlo, constituyen otras formas de juego. Los masajes tienen gran valor terapéutico y ayudan a la psicomotricidad.
El arrullo debe hacerse con balanceos suaves, hacia delante, atrás y los lados. Son aconsejables los sonidos agradables y juguetes de poco peso,
como móviles de color blanco y negro, ubicados a 20 ó 30 centímetros de la cara del bebé, mover las figuras para que siga el movimiento. La caricia es un juego que le estimula y le permite crecer. Al acariciarle, se liberan endorfinas en su organismo, las cuales producen bienestar y maduran su sistema inmune.
También se puede alzar al niño para que observe a su alrededor, hacer suaves movimientos de pedaleo con sus piernas y estiramiento de brazos y piernas hacia arriba, abajo y los lados.
Gozarse todos los momentos que la madre vive con su bebé fortalece el vínculo entre los dos, aumenta la producción de leche materna y favorece el estado de ánimo del niño. Con el juego espontáneo se construye la unión padres e hijo para toda la vida.
Masajes para el bebé pág. 179