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Y lo hizo con verdadero estoicismo, mientras sus Editores y periodistas se jugaban
literalmente su libertad y sus vidas, ante el constante escrutinio de ambos tiranos.
Por supuesto que el hecho ha conmovido a los ciudadanos de este país, pues La
Estrella es uno de sus diarios más importantes y ha ayudado a forjar la historia y el presente
de Panamá. La razón de su cierre definitivo, de igual manera como sucedió con El Tiempo
de Honduras, es por supuesto blanqueo de capitales (lavado), en los mismos Estados
Unidos. En mayo del 2016, su dueño (y de otras 70 empresas), el libanés nacionalizado
colombiano y panameño, Abdul Waked Fares, fue incluido en la Lista Clinton, que es un
instrumento del departamento del Tesoro del Gobierno de los Estados Unidos, para atacar
el blanqueo de dinero que proviene del narco. Sin embargo, Washington concedió al Grupo
Editorial El Siglo La Estrella (GESE), dueño del diario, una licencia de operación temporal
que venció el pasado 5 de enero del 2017, misma que ha extendido por 6 meses más en
forma sorpresiva.
El gobierno, personas influyentes y ciudadanos comunes abogaron por la
continuidad del diario, así también del otro periódico “hermano”, El Siglo, fundado en
1985, y lograron que los estadounidenses se mostraran flexibles alargando la vida de ambos
tabloides. Aún así, la empresa no se ha liberado ni en mínima parte del peligro de
desaparecer y en ese lapso de tiempo el dueño tendrá que demostrar su inocencia. La
lección aprendida nos dice que la honestidad lo es todo. Así de simple. La rectitud deberá
prevalecer en lo que emprendamos en la vida, porque no hay otro camino.
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El Precio por ser Fiscal
CIUDAD DE GUATEMALA-Todos, algún día, pagamos “nuestro derecho de piso”,
nuestra posición en distintas tareas o profesiones que nos pone por delante la vida y los
profesionales que más riesgo corren en nuestros días, son los que tienen que ver con la
justicia… jueces, abogados y fiscales. Casi siempre ha sido así para ellos a lo largo de la
historia. América Central no es la excepción, más bien es “el espejo” donde se pueden ver
los juristas del mundo entero, por los riesgos y el peligro de muerte que sufren en esta
región y sociedades.
En Guatemala hay una mujer llamada Thelma Aldana, es la fiscal general, un cargo
delicadísimo más aún en estas naciones centroamericanas, reiteramos. La crítica la
considera una de las personas más poderosas y a la vez más vulnerables del país. Su
inseguridad personal ha aumentado a raíz del encarcelamiento, en el que ella ha sido vital
protagonista, de personajes poderosos de la vida política, militar y económica de
Guatemala. Las amenazas de muerte se dan a diario por vía telefónica, correo electrónico y
por notas escritas que le hacen llegar. “Me he acostumbrado a vivir amenazada de muerte;
aunque Dios me ha dicho que debo seguir y creo que vale la pena dar la vida por mi país,”
ha dicho la fiscal.