Mi libro mi vida en la prensa escrita | Page 94

Página 94 de 102 La situación ha llegado a tal efervescencia social, que encerraron a los diputados en el Congreso, al poner cadenas en las puertas de acceso a ese edificio. Previamente se había conformado una comisión Pesquisidora para investigar al mismo mandatario del país. Los inconformes exigían el informe de labores de dicha comisión dentro de un plazo determinado. Aunque todos ellos lo que desean es la renuncia inmediata del Presidente de Guatemala y que se haga justicia ante la vorágine de acusaciones, despidos y renuncias de funcionarios del gobierno debido a presuntos actos de corrupción. En resumen, los guatemaltecos esperan que en el menor tiempo posible, el Congreso atienda la demanda y decida retirar la inmunidad a Pérez Molina para ser llevado ante los jueces. Quizás la medida coercitiva al poner cadenas a la puerta que lleva al estacionamiento de los autos de los diputados, haya sido excesiva; pero que el descontento del pueblo de Guatemala tiene derecho a concretarse… lo tiene. Es una prerrogativa que le concede la democracia. En una dictadura, esos mismos manifestantes ya hubieran sido abatidos a balazos en las mismas calles donde hacen sus masivos desfiles de inconformidad. Pero Guatemala no es una dictadura. Eso es evidente, dichosamente. Por su parte, el presidente ha reafirmado que se va a mantener en el cargo y niega reiteradamente que esté vinculado a los actos corruptos que se han dado en su Gabinete y que llevaron a la captura de funcionarios en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y en el Instituto Guatemalteco del Seguro Social (IGSS). El jede de Estado manifestó que está dispuesto a responder a las preguntas de los diputados, más aún si le quitasen la inmunidad. Y cuando un periodista le cuestionó sobre su posible responsabilidad al haber nombrado al presidente del Seguro Social y al superintendente de la SAT, se defendió diciendo que “no tengo ninguna vinculación (…). (El nombramiento de ambos funcionarios) es algo que la ley me obliga a hacerlo. Yo hubiera caído en incumplimiento de deberes si no nombro a las personas en los puestos. (…) La ley dice de esta terna debo escoger y eso hice. Las cualidades no las califiqué yo, las hizo el directorio (…).” Se defendió ante los comunicadores de la prensa un atribulado presidente guatemalteco. En lo que atañe a su renuncia dijo que “me voy a mantener en el cargo, es un mandato constitucional, así que voy a enfrentar estos procesos. (…) Tenemos que seguir el debido proceso que está establecido, quiero decirles que habrá que esperar la decisión de la Comisión Pesquisidora y qué decisiones son las que van a tomar los diputados (…)” Añadió. Así las cosas, esta es una tesitura por la que pasa la realidad Guatemalteca y que no deja de ser un ejemplo para las demás naciones que sufren corrupción. El pueblo se cansó y está demostrando que el poder reside en la gran masa de habitantes de un país. Lo demás, solamente es cuestión de tiempo…