Una mezcla es un material formado por dos
o más componentes unidos, pero no
combinados químicamente. En una mezcla
no ocurre una reacción química y cada uno
de sus componentes mantiene su identidad y
propiedades químicas. No obstante, algunas
mezclas pueden ser reactivas, es decir, que
sus componentes pueden reaccionar entre sí
en determinadas condiciones ambientales,
como una mezcla aire-combustible en un
motor de combustión interna.
Si después de mezclar algunas sustancias,
éstas reaccionan químicamente, entonces no
se pueden recuperar por medios físicos, pues
se han formado compuestos nuevos.
Las mezclas se clasifican en: Homogéneas y Heterogéneas
Mezclas homogéneas
Una mezcla homogénea es una asociación de
sustancias que no puede ser representada
por una fórmula química y cada sustancia
conserva sus propiedades químicas. Su
composición es totalmente uniforme es decir
si tomamos una muestra de cualquier parte
de la mezcla, ésta tendrá la misma
composición que el resto de la mezcla.
También su apariencia es totalmente
uniforme pues se trata de una sola fase, esto
se refiere a que se encuentra sólo en un
estado sustancial ya sea sólido, líquido o gas.
Los componentes de estas mezclas pueden
separarse por métodos físicos.
Hay tres tipos de mezclas homogéneas: las
disoluciones, los coloides y las
suspensiones.
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