METODOLOGIAS ACTIVAS Mar. 2015 | Page 44

44 MANUAL DE ESTRATEGIAS DE ENSÑEANZA / APRENDIZAJE también confundir la distinta naturaleza y función social de los contextos de investigación científica y los contextos educativos. Pozo, adiciona a sus planteamientos, que si la enseñanza tradicional situaba a los alumnos en un papel opuesto al de los científicos éstos producen conocimiento y aquellos lo consumen por intermediación del profesor, el enfoque del descubrimiento hace de los alumnos sus propios productores de conocimiento, con lo que la labor del profesor queda hueca de sentido o al menos resulta notablemente ambigua (COLL, 1983), y agrega, si los alumnos deben descubrir el conocimiento por sí mismos, ¿cuál es la labor del profesor? En el mejor de los casos puede ser un facilitador, pero con frecuencia puede convertirse en un obstaculizador si pretende ser excesivamente directivo para los supuestos de este enfoque. Es el dilema planteado hace ya algunos años cuando se trataba de aplicar la teoría de Piaget a la educación desde el enfoque del descubrimiento: o se lo enseñamos muy pronto y no pueden entenderlo o se lo enseñamos demasiado tarde y ya lo saben (Duck Worth, 1979). El enfoque del descubrimiento desenfoca por completo al profesor, y con él, como cabe suponerse, a la propia labor educativa, que pierde buena parte de su función social de transmitir la cultura a los futuros ciudadanos, dejando que sean éstos los que de forma más o menos autónoma la descubran. No es extraño que los más firmes detractores de este enfoque hayan sido al tiempo firmes defensores de una enseñanza más dirigida, de carácter expositivo, en la que la figura del profesor recupere el centro del escenario educativo. Tal es el caso del enfoque de enseñanza expositiva ausubeliano (AUSUBEL, NOVAK y HANESIAN, 1978).