CAPITULO TERCERO
INTRODUCCIÓN A LA SEMIOLOGÍA.
1. El Lenguaje.
La VOLUNTAD es preponderante para lograr la reintegración psíquica. De la
mano de la SEMIOLOGÍA, puede acceder a, o desarrollar un lenguaje habitual
mucho más oblicuo que permita introducirnos en la significación simbólica mas
allá de la forma del ente y la estructura conceptual de la razón; Y con ayuda de
la PSICOLOGÍA, puede aportarnos en la comprensión del funcionamiento de
los procesos de aprehensión de símbolos (Potencias) que se actualizan en las
estructuras psíquicas según la capacidad de aprendizaje que posea el
individuo.
El problema de la conceptualización radica en la RELACIÓN de significado que
enlaza a los fonemas y que puede ser NOTADO en diferentes niveles de
significación, dependiendo de la INTELIGENCIA del intérprete.
Por eso, la razón, generalmente, sólo puede acceder a unas cuantas
significaciones que sobresalen en el horizonte virtual de la estructura cultural o
si se quiere otra denominación más aclarativa, memoria cultural. Si la
estructura o memoria cultural es grande, tantas más significaciones notará el
intérprete. Entonces decimos: “este chico es inteligente”.
Pero aún así, podemos deducir que los planos de significación que emergen de
un eje axial, nuestro enlace, pueden ser infinitos. Y los planos de significación
más oblicuos, son inaccesibles para un individuo racional. Para entenderlo,
sólo tenemos que imaginarnos el eje axial de connotación en un espacio
topológico geométrico tridimensional.
Es decir, un plano de significación debe comprender tres variables: una
arquetípica, intersectando perpendicularmente las variables de tiempo y
espacio; Por lo mismo tomamos tres ejes que dimensionan el proceso de
significación.
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