Ahora veamos el efecto del símbolo arquetípico en una emergencia
microcósmica. El arquetipo mnuminoso emerge con gran potencia en el
individuo, y su poder fascinador termina por absorber al sujeto conciente,
usando la energía psíquica de este para desplegarse y alcanzar su entelequia
o perfección. Si el individuo es un sacerdote, dios es “amor”. Si el individuo es
un enamorado, la novia es “amor”.
Como quiera que la significación cultural para ese sentimiento de arrebato varia
en su profundidad, cualidad, e intensidad de un individuo a otro, solo queda la
REALIDAD arquetípica que implica SUMISIÓN. Y esto no es chiste, en la
antigüedad cuando existía esclavitud legal, el esclavo tenia un AMO. Y
justamente eso es lo que le decimos a la persona o entidad amada, que
significativamente hablando, en estrictu sensu, es una ACTITUD DE
SOMETIMIENTO. Y al margen de la grandiosa sensación que experimenta el
individuo en los ámbitos emocionales de su esfera afectiva, la REALIDAD
arquetípica nos muestra la verdadera esencia del despliegue entelequial, es
decir, absoluto condicionamiento y sumisión ante la emergencia del símbolo
del “amor”, que puede ajustarse hacia cualquier “ente”, mujer, hombre, dios,
automóvil, caballo, perro, avión, etc.
Ahora bien, los arquetipos psicoideos son numerosos y variados en nuestra
sociedad actual: “pobreza”, “corrupción”, “enfermedad”, “democracia”,
“drogadicción”, “prostitución”, “dictadura”, “reputación”, “muerte”, “sexo”,
“dinero”, “dependencia”, “globalización”, “terrorismo”, etc. Siempre son duales,
ya que cumplen con el postulado dialéctico.
En las modernas escuelas psicopedagógicas los arquetipos psicoideos son
denominados “paradigmas”.
5. La Quinta Esfera Extrapsicológica.
Ya hemos hablado muy sucintamente de esta quinta esfera en acápites
precedentes; ahora nos toca desarrollar todo lo referente a esta importante
estructura para terminar nuestro estudio de la morfología psicológica de una
manera integral y dar un paso muy importante en la comprensión de la meta-
ética.
Cuando estudiábamos las esferas psíquicas, vimos que las funciones de las
esferas racional, afectiva, consiente e inconsciente consisten, además de su
función primaria (razonar, traumatizar, sentir y acumular respectivamente), en
soportar un registro específico de memoria, así, la esfera racional soporta
registros racionales, conceptuales, constructos de significación; la esfera
afectiva registra traumas, afecciones; la esfera consiente por su parte registra
sentidos relevantes de lo experiencial, por eso decimos que es una memoria
evolutiva, aprende de los sentidos nuevos; el inconsciente o esfera de sombra
es un registro de acumulación virtual; bien, aclaremos la cuestión: la esfera
racional es una memoria conceptual, la esfera afectiva es una memoria
traumática, la esfera consiente una memoria representativa, y la esfera de
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