mundial, y a través de la especulación bursátil provocan inflaciones y
deflaciones que empobrecen a las naciones convirtiéndolas en cómplices
ignorantes de esta injusticia “legalizada”.
Nosotros contamos con la FUERZA DEL TRABAJO para dejar de ser
dependientes, pero no sospechamos siquiera la magnitud de este potencial.
Tan solo vivimos ilusionados con la idea de recoger migajas de nuestras
riquezas naturales como todo país tercermundista, RICO EN RECURSOS
NATURALES, POBRE EN ESPÍRITU, POBRE EN RECURSOS HUMANOS.
¿Dónde nace la corrupción que aqueja a todos sin excepción?
En el desconocimiento de nosotros mismos, en la total ignorancia del ontos y
las energías psíquicas que animan el cuerpo, que determinan nuestro destino
sin ningún control por nuestra parte, sujetas a su naturaleza evolutiva, finalista,
entelequial. Así, a la tenue luz de nuestra conciencia, cercenados, castrados de
nuestro inconsciente, pero determinados por los arquetipos que lo conforman,
vagamos desde hacen más de 6000 años por este planeta en busca de una
felicidad inalcanzable en un futuro que nunca llega.
Este es el gran problema que aqueja al hombre moderno: el desconocimiento
casi absoluto de su esfera subconsiente; la represión de sus contenidos que
deriva en disfunciones patológicas irreversibles sin tratamiento especializado y
oportuno.
Solo hay una forma de salir de esta espiral: TRASCENDER LOS ÁMBITOS
PSICOLÓGICOS. Para lograrlo debemos comprender en su real dimensión
este mundo metafísico que es nuestra psique.
Por tanto hay que utilizar otro código semiótico, que afortunadamente ya existe
y no hay que crearlo de la nada, sólo complementarlo, es el lenguaje científico
de LA PSICOLOGÍA ANALÍTICA; y el complemento viene de la mano de dos
ciencias: el revisionismo crítico y la semiología.
Por eso debemos re-visionar la visión histórica que deformó nuestra visión
individual y nacional; y dotados de una nueva estructura cultural, destruir las
contradictorias estructuras de esta ciencia muerta: la historia oficial.
En este contexto el fin de la Historia será un hecho, y solo los individuos meta-
cognitivos, meta-éticos, asumirán un nuevo mundo, sin dogmatismos, sin
confusión gnoseológica y sin temor.
Esta REVOLUCIÓN PEDAGÓGICA puede abarcarse en un currículo para la
formación integral del individuo, que nos sirva para llenar el vacío de la malla
curricular atiborrada de contenidos desvinculados de referente axiológico, y por
tanto inservibles para lo cognitivo, si es que no se cuenta con el ámbito del sí
mismo, como centro referencial que aglutina y selecciona la información de
acuerdo a valores cardinales de significación original; no cultural.
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