CAPÍTULO NOVENO.
META-ÉTICA Y LIDERAZGO.
1. Tipo Intuitivo o Meta-Ético; Meta-Cognición: Intuición.
El psicólogo suizo Carl Gustav Jüng nos dice muy acertadamente que la
intuición es una función de la percepción inconsciente por lo que es muy difícil
captar su función concientemente. “Más, para que la intuición llegue a vías de
hecho ha de reprimirse en grado sumo la percepción.” 33
“Es por eso que el tipo intuitivo extravertido no acudirá nunca allí donde
encuentre valores de realidad universalmente reconocidos, sino donde
encuentre posibilidades. Como anda en busca de nuevas posibilidades, en
circunstancias estables corre peligro de asfixia. Capta, ciertamente, nuevos
objetos y orientaciones nuevas con gran intensidad y a veces con entusiasmo
extraordinario para renunciar a ellos fríamente, sin piedad, y sin recuerdo al
parecer, en cuanto se ha fijado su contorno y no se presienten nuevos brotes
de magnitud significantes. Donde subsista una posibilidad, allí se vincula el
intuitivo con fuerza de destino. Por razonable y práctico que sea y aunque
todos los argumentos imaginables se pronuncien por la estabilidad, nada
impedirá que un día considere como una cárcel - y obre en consecuencia – la
misma situación que antes había supuesto la liberación y la redención para
él”. 34
Jüng logra desentrañar esta increíble tipología de una manera excepcional,
veamos: “El sentir y el pensar – componentes imprescindibles de la convicción
– son funciones inferiormente diferenciadas en él, que no gravitan
decisivamente, ni pueden, por lo tanto, oponer una resistencia duradera a la
fuerza de la intuición. La moralidad del individuo no es intelectual ni
sentimental. Tiene su propia moral (que al ser extrapsicológica, nosotros
llamamos meta-ética) que es la fidelidad a la intuición y el sometimiento
voluntario a su fuerza. (En la cultura trovadoresca de los cátaros del siglo XIII,
esta fidelidad es llamada minne o fidelidad de amor) Parece que se da en las
mujeres este tipo con mucho más frecuencia que en los hombres.”
“Cuando su compromiso es de buena índole, es decir, cuando no es
demasiado interesado, puede hacer grandes méritos como iniciador o al menos
como animador de todo lo incipiente. Esta disposición tiene sus grandes
riesgos, pues el intuitivo fragmenta su vida con demasiada facilidad al ejercer
un influjo vivificante sobre gentes y cosas, difundiendo vida, uberrivamente, en
torno suyo, más vida que no vive él, sino los demás.” 35 Y esta predisposición es
justamente la que lo hace blanco de la propaganda del sistema, que utiliza esta
actitud postora de sentido para fortalecer sus propias estructuras. La fuerza
volitiva de estos sujetos es enorme, por eso el mundo capitaliza esa tremenda
33
Carl Gustav Jüng: “Tipos Psicológicos”
Ibidem.
35
Ibidem.
34
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