METAÉTICA PSICOLOGÍA SOCIAL | Page 109

2. La entelequia como fundamento de la teleología. Recordemos un par de afirmaciones que realizamos hasta aquí: “Si vamos a hablar del tiempo, diremos que en relación con el hecho cultural siempre es actual, presente, y es por eso que hablar de un pasado, sin tomar en cuenta que el hecho cultural solo puede ser analizado desde una perspectiva actual referida a un presente continuo, es rebajar el contexto axiológico que determinó su producción. Entonces la apreciación del mismo se torna CULTURAL, ya no HISTÓRICA. Y esa visión deformada del hito histórico que marco la generación de hechos culturales posteriores en una cadena de causas y efectos, rompe su SENTIDO AXIOLÓGICO; la mutilación meta-física que produce el DALTONISMO GNOSEOLÓGICO, principal problema del hombre y la mujer occidental.” También dijimos que: “Ahora comprendemos mejor porque el hombre y la mujer occidental padece de ese daltonismo gnoseológico. Tiene una CONFUSIÓN SEMIÓTICA EN SU PERCEPCIÓN DEL TIEMPO, por eso vive proyectado al futuro convencido de la existencia de un pasado, y sin posibilidad alguna de percibir el presente y la actualidad que es fundamento del hecho cultural y del hecho moral.” Ahora bien, esa falsa percepción del tiempo es el punto de apoyo de toda teleología, es decir, de toda tendencia evolucionista, que se empeña en perpetuar la búsqueda de un perfeccionamiento, la entelequia, en todos los rangos de la existencia humana, y los entes que la representan. A esto nos referimos con ese futuro mejor que nunca llega. Pero, hay un pero, el proceso entelequial de los arquetipos que se manifiestan en sus contrapartes físicas superestructurales, esta llegando a su culminación. Esto significa una catástrofe para el hombre despierto, que es capaz de ver este proceso entelequial nefasto, pues la perfección afirma la finitud del hombre, subyugándolo para siempre a la dependencia de la superestructura. Por ejemplo, ¿cómo despertar a realidades metafísicas a un sujeto que se encuentra absolutamente ensimismado ante la ilusión de la superestructura que lo fagocita, completamente asimilado a ella? ; Un sujeto que ha encontrado el equilibrio en medio de las inercias arquetípicas que lo determinan jamás podrá manifestar la potencia volitiva para desprenderse de los procesos entelequiales. Si los marxistas consiguen una sociedad igualitaria, fraterna, “libre”, y esta palabrita esta entrecomillada, pues en el mundo fenoménico de los arquetipos desplegados, el libre albedrío no existe, por ende la libertad verdadera tampoco; veremos cuan inútil y vano será tratar de despertar a ese sujeto plenamente comunizado, sin rasgo alguno de individualidad, pues TODOS son “Fidel”. El colectivismo se habrá concretado, y la sociedad humana entelequiada asemejará a un enorme hormiguero-colmena, donde el todo determinara la parte, y donde cada quien ocupara un rol del que jamás podrá desligarse. Sino, pregúntenle al comandante Fidel, o a cualquier “compañero” o “hermano” campesino, si bajo cualquier régimen o sistema propiciado por el sujeto planetario, dejará su vida al servicio de un arquetipo psicoideo, que una vez realizada su entelequia, se sumergirá nuevamente en el inconsciente esperando proyectar una nueva matriz para realizar otras variables, siempre en un futuro. - 109 -