FLORA Y FAUNA
Área de Punta Prieta, desierto Cochimí,
Baja California. Foto: José Delgadillo.
Foto: Verónica Meza.
Foto: José Delgadillo.
Foto: Verónica Meza.
La humedad proveniente de la niebla juega un papel muy
importante como fuente de agua.
El cirio es una planta con una distribución restringida (y
por lo tanto, endémica) en la península de Baja California y
una pequeña porción de Puerto Libertad (Sierra Blanca) Sonora, además de Isla Ángel de la Guarda. Sin embargo la mayor densidad por superficie se encuentra en la parte media
de la península, desde el sur de El Rosario, en Baja California,
hasta las laderas norte del Volcán de Tres Vírgenes, en Baja
California Sur. Esta región árida tiene un promedio de 73 a
140 mm de precipitación anual, principalmente de enero al
mes de abril y con menos precipitación entre agosto y septiembre. Miguel del Barco (en León-Portilla, 1988), hizo referencia a esta planta como “una clase de vegetales carnosos,
un árbol que no sabemos se halle en otra parte de América
ni del mundo, ni aún en la California”.
Generalmente, el cirio se ubica dentro del tipo de vegetación llamada sarcocaulescente (tallos suculentos), y está
asociada a las siguientes especies de plantas: árbol elefante
(Pachycormus discolor), cardón (Pachycereus pringlei), ocotillo (Fouquieria splendens), palo Adán (Fouquieria diguetii),
yuca datil (Yucca valida), gobernadora (Larrea tridentata) y
una gran diversidad de cactáceas y agaves. También, esta especie se encuentra asociada a la planta epífita llamada heno
(Tillandsia recurvata) y líquenes colgantes como Ramalina
menziesii (orchilla), principalmente en poblaciones cercanas
a la costa del Pacífico debido a la alta humedad atmosférica.
Valle de los Cirios, Baja California.
Foto: Alan Harper.
JUNIO 2016
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