MEDICINA DEL DEPORTE Investigación de articulos medicos | Page 11

    11      privado, disponiendo de su ficha clínica. Esta evaluación debe concluir con un informe detallado al deportista y si existe alguna condición de riesgo de salud en relación a la práctica deportiva, debe recomendarse la suspensión de la actividad y el estudio complementario. Finalmente, si la conclusión es entregada a terceros solo debe indicar apto o no apto, haciendo omisión de las causales médicas de esta decisión o informada con el acuerdo del deportista, por las implicancias médico-legales para el equipo médico y económicas para el deportista. Este protocolo hace especial mención a los avances que se refieren a información sobre muerte súbita y su evaluación, otros problemas médicos no cardiacos que son de acuerdo a la literatura los motivos más frecuente de consulta de los deportistas tanto entrenamiento como competencias: respiratorios, digestivos, dermatológicos, sistema nervioso, hematológicos, urológicos, psicológicos/psiquiátricos, la necesidad de control y tratamiento odontológico, una puesta al día de consenso respecto sobre el diagnóstico y manejo de la conmoción cerebral, datos sobre trastornos alimentarios e información sobre factores de riesgo de lesiones músculo-esqueléticas. En suma, promueve un sistema de control de salud específico para deportistas de alto rendimiento con entrenamientos intensos, viajes frecuentes y competencias exigentes, que permita la expresión de su potencial genético a través de un proceso científico de entrenamiento, protegiendo su salud de forma integral y acompañando al deportista a lo largo de su vida de competencia. Las dos pautas anteriores consideran como uno de sus componente la evaluación cardiovascular previa a la práctica deportiva, siendo esta en sí mismo el protocolo más importante de control de deportistas existente en la actualidad, con propuestas específicas de las sociedades de cardiología europea y norteamericana, siendo su único objetivo pesquisar aquellos deportistas que sean portadoras de patologías cardiacas con riesgo de muerte súbita o que pueden agravarse con la práctica de actividad deportiva. Sin embargo en la última década existe una controversia planteada por estas sociedades cardiológicas respecto a los elementos que debe considerar esta evaluación en los deportistas menores de 35 años, lo que se fundamenta en el elevado número de individuos a evaluar, en la relación costo - beneficio, además de la necesidad de diagnóstico diferencial adicional de las patologías con riesgo de muerte súbita de las adaptaciones cardiovasculares propias del entrenamiento y finalmente de las potenciales repercusiones éticas y legales por la eventuales restricciones impuestas para práctica de actividad física en deportistas profesionales por estos controles. El panel de expertos de la Asociación Americana del Corazón el año 2007, básicamente confirmo su recomendación de 1996, en que señala la conveniencia de realizar la evaluación pre participativa en deporte y que ésta debe considerar 12 elementos: 8 de los cuales corresponden a un cuestionario sobre historia personal y familiar y otros 4 a un examen físico básico (​ Tabla 2​ ). Una sola respuesta positiva o alteración del examen físico hacen necesaria la derivación a un control por especialistas. Esta conducta se propone para nivel de deporte escolar, universitario e incluso en las selecciones de Estados Unidos que participan en Juegos Olímpicos, otras organizaciones deportivas norteamericanas como la Asociación de