Dicho examen sirve principalmente para descartar posibles patologías o enfermedades que podrían poner en riesgo la vida de determinadas personas en caso de viajar allí, algo que se trata de evitar. Personas con enfermedades crónicas, pero que las tienen controladas con medicación, no tienen, a priori, problemas a la hora de pasar ese control médico. El Comité Polar Español tiene un médico que es el que firma los informes y otorga el apto o no apto a cada participante en la campaña.
"Antes de viajar a la Antártida, todos los participantes en las campañas antárticas tenemos que pasar un examen médico bastante exhaustivo"
La lejanía y el aislamiento de los lugares donde se desarrollan actividades en la Antártida obligan a contar con un profesional de la salud experimentado y versátil, capaz de actuar rápido ante cualquier contingencia que pueda surgir, desde un leve catarro o una torcedura de tobillo, hasta cosas más graves como un fuerte traumatismo o un infarto.
Este médico de familia, de atención primaria, formó parte durante 10 años del Grupo de Rescate de Montaña de la Guardia Civil, donde se curtió en la asistencia médica de personas que desarrollan su actividad en zonas de difícil acceso donde habitualmente las condiciones meteorológicas son extremas, tal y como ocurre en la Antártida.
Esa actividad profesional le brindó la oportunidad, en 2008, de participar en su primera campaña antártica, y con la actual son ya cinco en las que ha estado, compaginándolo en la actualidad con su trabajo de médico en el centro de salud de Hecho (Huesca).
Para Dani estar de médico en la Antártida es un reto profesional, que le ha ido permitiendo aprender aspectos médicos que desconocía previamente, como los barotraumas ligados a las actividades de los buceadores bajo el agua. Lo que más comúnmente atiende son traumatismos, principalmente de tobillo, dado el terreno pedregoso que hay en los alrededores de la base, o los catarros. En sus cinco campañas sólo ha tenido que solicitar dos evacuaciones, si bien en ninguna de ellas se trató de una situación en que peligrara la vida del paciente.
En uno de los casos, asistió a un montañero de la vecina base búlgara, que sufrió una importante rotura. Dani consiguió actuar sobre la herida y estabilizarle, hasta que transcurridos varios días fue evacuado en barco.
La clave del éxito de su misión, la de todos los médicos que pasan por la base, reside en la prevención. Una buena alimentación, unas buenas normas en materia de higiene, y una serie de recomendaciones para las salidas de la base, con el objetivo de evitar accidentes, son la mejor garantía para que el médico actúe lo menos posible y todo discurra con normalidad. Los médicos también imparten en la base cursos teórico-prácticos de primeros auxilios y reanimación al personal de la UTM del CSIC que trabaja en la base.
14
Un doctor en livingston
El papel del médico es fundamental en una base antártica. En esta fase de la campaña, Daniel Pérez del Castillo es el médico de la BAE Juan Carlos I, en isla Livingston