disfrutar de la web a través de conexiones eléctricas. Por tanto, esto quiere decir que los gobiernos de los países conocen su peligrosidad, pero muchos se niegan a retirar el WIFI de lugares públicos e incluso lo promueven cada vez más como es el caso de España.
Pero si la tecnología WIFI afecta al organismo, ¿cómo me puedo proteger de ella si la tengo en mi propia casa?
Aunque parezca mentira, hay algunas medidas de seguridad que mucha gente no realiza y que definitivamente nos pueden ayudar a protegernos en casa de esas peligrosas ondas electromagnéticas, las más importantes son las siguientes:
1º Apagar el router WIFI de noche o cuando esté en desuso.
2º Ubicar el router WIFI en un lugar poco frecuentado, sobre todo no ponerlo cerca de camas, sofás, cocinas, baños y sobre todo de habitaciones de bebés o cunas.
3º Evita conectarte al WIFI en cama o en el dormitorio y jamás sitúes los routers cerca de la cama.
4º Intenta (en la medida de lo posible) instalar tecnología por cable en casa, es más rápida y segura en todos los aspectos aunque menos cómoda.
Lo cierto es que en países nórdicos como Suecia ya están prohibiendo
esta tecnología en determinados lugares y en países como Japón y Estados Unidos ya están tratando de desarrollar otro tipo de tecnología móvil que no implique el uso de ondas electromagnéticas.
Sin embargo y pese al peligro, parece que la comodidad siempre se impone y definitivamente preferimos ignorar las medidas de seguridad y conectarnos al WIFI. Lo peor de todo es que en un futuro se planea la introducción del sistema LIFI, que es más avanzado que el WIFI, y se basa en la transmisión de grandes cantidades de datos a través de la luz. Podríamos ponernos debajo de una farola de un parque y tener una velocidad de conexión de 1GB por segundo con el LIFI o estar trabajando en una oficina mientras que las lámparas del techo nos ofrecen una velocidad de más de 1 GB/s…
Esto implicará mayores peligros para nuestra salud por lo que debemos ser más precavidos, sobre todo en nuestro hogar.
Fuente: Fon Ramos