Matemática divertida y curiosa
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Malba Tahan
"...sacó su daga y la clavó en la pared tan profundamente cuanto le permitía
la curva que el brazo era obligado a hacer para cubrir el ángulo"
Esa frase, indicada como ejemplo, sería correcta si el famoso romancero hubiese
escrito:
"que el brazo era obligado a hacer para cubrir el diedro".
Conviene recordar, además, que el poeta Augusto dos Anjos, que en la primera
estrofa de uno de sus sonetos, consiguió encajar un diedro perfecto:
"¡Ah! Quizás por qué razón monstruosa, encerraron
siempre en esta red,
dentro del ángulo diedro de las paredes.
7. La geometría en el amor
A los 17 años de edad, Madame de Staël se educaba en un convento en Francia.
Acostumbraba ir a visitar a una niña, que vivía del otro lado de la plaza, a la que
daba una de las fachadas del convento.
Un hermano de esa amiga insistía siempre en acompañarla de regreso a casa y la
conducía, caminando por los dos costados de la plaza. Pero como las primeras
impresiones causadas por ella iban perdiendo su primitivo ardor, él, gradualmente,
y de visita en visita, fue acortando el camino; hasta que por fin tomó la línea más
corta, siguiendo exactamente la diagonal de la plaza. Madame de Staël, recordando
más tarde este caso, observó: "de este modo, reconocí que su amor fue
disminuyendo, en la proporción exacta de la diagonal sobre los dos lados del
cuadrado".
Con esa observación, de forma puramente matemática, quería, tal vez la autora de
Delphine, revelar sus conocimientos sobre una famosa proposición de la geometría:
"la relación entre la diagonal y uno de los lados del cuadrado es igual a la raíz
cuadrada de dos".
Formuló, entretanto una comparación falsa, errada e inaceptable en geometría.
Traducción de Patricio Barros
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Preparado por Patricio Barros