con un solo eclipse y demostró que
era verdad. Mamá, me encanta escribir a
ordenador,
Cuando lo único genuino era que la
tierra somos unos rebeldes a la hora
de amar, que toda la vía láctea ya
puede declararse en huelga que ese
día iremos a trabajar, que no somos
más que un instante en este lugar,
pero vivimos como si la eternidad no
fuese más que una hora que todavía
no ha cumplido la mayoría de edad. Aunque detesto toldo lo que trae el
Word 2016 como predeterminado.
Sonara extraño pero es como si la
existencia me hubiese concedido la
habilidad de leer entre opciones de
interlineado
Y la verdad es que detesto el cuero
del Calibri, los once puntos y el 1,0 de
espaciado.
La tierra podía contarle todo eso a la
luna, con algún que otro engaño, o
simplemente empezar la cita
diciéndole que era su cumpleaños.
Mamá, me enseñaste que la vida
resumía en pedir disculpas, dar las
gracias y decir por favor.
Y también en guardar cada cinco
minutos los archivos de Word, porque
en cualquier momento podía
producirse un apagón y nos
quedábamos días sin luz.
Mamá, gracias por tu gratitud, por
todo lo bueno, de preocuparte del
cuándo, del cómo, del dónde y con
quien salía.
Hola Yo y mi juventud.
Esta carta debía haberla escrito hace
dos años, A veces contestándote con mala
actitud que tú y tus collejas me
recordabas que, pa mala tú.
Así que por esta vez permíteme
hablar en primera persona
Mamá, lo siento por entender
demasiado tarde que por más veloz
que sea el amor a primera vista
Y os prometo que ya acabo.
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