Doblar las esquinas de las pági-
nas en blanco, para nunca olvi-
dar el mensaje que transmiten.
Transmitir saliva con el dedo, de-
jar la impronta y el ADN. Olvidar
fotografías entre las páginas, fo-
tografías que no envejecen, al
contrario que nosotros, que nos
arrastramos hacia la inexistencia
de continuo.
38