Psicología del desarrollo humano: desde el nacimiento a la vejez
prano a medida que se relaciona con los demás.
3) Reconocimiento de su identidad y rol
• Más difícil es saber cuándo y cómo adquiere el niño o niña su identidad o self.
• Entre los contenidos de la identidad más estudiados están los referidos a la identidad sexual y la identidad de género.
• La identidad sexual responderá a este juicio:“ yo soy nene”,“ yo soy nena”.
• La identidad de género se entiende como el conocimiento de las funciones que la sociedad le asigna como propias del niño y de la niña.
En este período, la adquisición de la identidad sexual y de género sigue un triple proceso: 1) Reconocimiento conductual de los tipos de vestidos, adornos, juguetes...
2) Autoclasificación en una de las dos categorías sexuales:“ como mi papá” o“ como mi mamá”, lo que sucede entre los 18 meses y los 3 años.
3) A partir de los 3 años, usa su conocimiento de la identidad sexual y de género para definir con más claridad sus preferencias y valoraciones.
Se ha de señalar que los niños pequeños no distinguen entre identidad sexual y de género, sino que asimilan las asignaciones sociales por el mero hecho de ser niño o niña. Por ello es muy importante que la intervención educativa en este campo se haga a esta edad.
4.1.2. Procesos conductuales de socialización
El desarrollo social implica aprender determinadas habilidades sociales y evitar aquellas conductas consideradas socialmente no deseables. Este conocimiento llega a valores, normas, hábitos y al control sobre la propia conducta.
Los procesos conductuales comportan, pues, el aprendizaje de hábitos sociales( comer, vestirse...) y habilidades sociales( dialogar, hablar, dar las gracias, pedir perdón...), así como aprender a evitar las conductas socialmente indeseables( gritar, romper cosas, pegar …).
La educación en estos ámbitos se inicia desde el nacimiento, aunque su verdadero desarrollo tenga lugar sobre todo a partir de los dos años.
Los aprendizajes que se inician antes de los dos años – lo que no significa que lleguen a completarse – podría decirse que son: la elección de ropa, la colaboración en el vestirse y desvestirse, el control de esfínteres, el manejo rudimentario de los cubiertos, el comunicarse por turnos, el cuidado de las cosas de la casa, el pedir cosas, el intercambiar cosas, etc.
Respecto al conocimiento de las normas y de los valores que regulan sus conductas, el niño o niña desconoce su sentido; por eso reacciona con rabia como expresión de un conflicto entre sus deseos y las exigencias de los adultos.
55