televisión y de radio, Vargas Llosa tuvo su propio programa en la televisión peruana,
titulado La torre de Babel.
Mario Vargas Llosa y los peruanismos
Para Marco Lovón Cueva (2012), «Su influencia lingüística y social son dos aspectos
que deben ser considerados cuando estudiamos la obra vargasllosiana. Si existe un
Palma lingüista, sociólogo y antropólogo, por qué no un Vargas Llosa lingüista,
sociólogo y antropólogo. Como un hombre de innumerables premios y distinciones,
Vargas Llosa nos ofrece un espacio donde aparece el acervo lexical peruano en sus
diferentes registros de lengua: coloquialismos, regionalismos y jergas. La casa
verde y Lituma en los Andes, obras con las que obtuvo el Premio Rómulo Gallegos y el
Premio Planeta, son dos ejemplos del uso de los peruanismos» (pág. 15). «Las obras
literarias de Vargas Llosa nos ofrecen, preciadamente, ejemplos de uso de los
castellanos del Perú. Del habla de Piura, lugar en el que vivió y cursó el quinto grado
en el Colegio Salesiano de esa ciudad, recoge ciertas voces idiosincrásicas,
como churre para calificar a un niño y piajeno para designar al burro o asno. En La casa
verde, registra parte de la culinaria piurana, tales son los casos del seco de chabelo,
plato hecho a base de carne seca y plátano verde, y el clarito, una bebida dulce que se
obtiene al separar la porción superior y menos densa de la chicha: "Quiero platos
piuranos. Un buen seco de chabelo, un piqueo, y clarito a mares". El tiempo en el que
permaneció en Piura le posibilitó introducir, con precisión y naturalidad, una serie de
piuranismos dentro de sus obras literarias» (pág. 16).119
Para Marco Lovón Cueva (2010), «Leer a Vargas Llosa es caminar acompañado de
algunos peruanismos como cachimbo, calato y pararle el macho, guste o no guste,
sobre todo en sus primeras obras cumbres». Sus escritos resultan ser una muestra de
la riqueza léxica peruana. En Los cachorros, el autor usa la palabra trome (< metro (=
maestro=m[a]e[s]tro), por metátesis) para destacar la destreza que tiene uno de sus
personajes: "Qué trome, Cuéllar, le decía Lalo, ¡aprendan, bellacos!"; y en Pantaleón y
las visitadoras, emplea el término pintón (< pintar ‘importar, valer’ + suf. aum. -ón) para
referirse a la buena apariencia de otro de sus personajes: "Yo que creía que todos los
chinos eran finitos, este es Frankenstein. Aunque a Alicia le parece pintón"».120
Bibliografía de Mario Vargas Llosa