Marielalero Compilatorio 24 febrero 2011 - 20 julio 2012 | Page 710

El hacer pensar a los seres humanos se corre el riesgo de que se enojen y entorpezcan tu labor. El educar a un niño o a tu hijo depende desde mi punto de vista de tres aspectos.
1. No convertirnos en niños – adultos. Lleva a que el niño no sepa frente a quien esta. Te confunde con su amigo y esto lleva a que traten de igual a igual.
Cuando sean más grandes y te falte el respeto querrás castigarlo para que te respete cuando uno mismo es el responsable del producto psicológico y emocional que tiene al frente.
2. Los padres tienen que aprender a ser padres. Esta labor se la va conociendo y entendiendo cuando te enfrentas a ello pero se es absorbido ante la inmensa sensibilidad de ese pequeño ser que es tu producto contando que buscaste el ser padre habiendo armado tu hogar.
Caso contrario nunca entenderás lo que estas haciendo por no sentirte en el lugar ubicado desempeñando un papel no elegido más bien accidental por tu irresponsabilidad.
El aprender a ser padres implica estudiar preparase y practicar día a día lo que haces con tus sentimientos con la persona que amas y convives más el fruto corporizado al cual llamamos nuestro hijo. Es una lección que la vamos armando a cada momento siempre pensando las consecuencias de lo que uno va creando para con la educación hacia un hijo.
El concederles todo lo que te piden por ser pequeños, el disfrutar y festejar sus travesuras, el hablarles los adultos como si fuésemos bebes y el manipular el entorno utilizando el niño es la peor educación que podemos ejemplificarles a nuestros hijos.
Es este el mundo que le estamos enseñando desde la casa y cuando nuestro hijo tenga que salir de este contexto familiar se enfrentara a la realidad que no le contemplara todos los caprichos que nosotros mismos como adultos les hemos otorgado como privilegios.
¿ Qué sentido tiene creer que tenemos un hijo especial llamase índigo, cristal, de energía o lo que sea? Cuando los adultos estamos preestableciendo dentro de sus psicologías las jerarquías y las diferencias con los demás niños.
¿ Qué importancia tiene para con uno mismo sentirse un padre especial por sentir que su hijo no es como los demás? ¿ Qué seguridad puedo tener como padre que no estoy tergiversando la mente y la psicología de mi propio hijo al identificarlo y distinguirlo como distinto ante los demás? ¿ Quiere decir que los demás bebes y niños que no son especiales por que no dan las señales requeridas no son salvables? ¿ Acaso esos niños no tienen el mismo derecho que el de mi hijo?
Entonces ¿ Cómo puedo sentirme digno conmigo mismo vanagloriándome por lo que he creado cuando estoy obrando desde los intereses de mi mente que me satisface en todo momento al sentirme ser un padre elegido? Y en este sentido más bien que me pregunte ¿ Quiénes son los que me están eligiendo para ingresar a esta entidad que veo como hijo carnal?
La única manera que tenemos los padres de proteger a nuestros hijos es enseñarles desde pequeños a ser humanos de verdad no gestar en ellos fachadas de hipocresía de soberbia y el estado de sentirse seres especiales. Así no desarrollaremos en ellos su gen lumínico, activaremos en ellos su dualidad sin poder frenárselas mas adelante.
Debemos proponer programas de educación alternativos paralelos al sistema educacional que reciben de este mundo. En esos programas trabajar, desarrollar y disciplinar su potencialidad sin activar en ellos estados de desafíos, de comparaciones y demostraciones que los lleven a enfrentarse dentro de una guerra de potencialidad psíquica y física para que se demuestren los unos a los otros cual es el mejor.