Marielalero Compilatorio 24 febrero 2011 - 20 julio 2012 | Page 538

La familia más allá de ser su contención tiene que convertirse en su lugar de confianza, de acercamiento y principalmente de credibilidad, para que se sientan libres de hablar y de expresarse y transmitirnos sus problemas, para que los ayudemos a situarlos en la realidad donde se encuentran viviendo y comprendan que por más que hayan venido con nuevos patrones genéticos, este mundo los considera los transgresores físicos y vibratorios de su sistema gubernamental, por lo tanto mientras ellos se expresen sin querer aceptar la realidad esta se va a encargar de contrarrestarles sus habilidades psíquicas y potenciales a nivel físico. Los métodos que utilizaran serán todos aquellos que les generen adicción y dependencia. El hablar con ellos, es llegar a sus pensamientos y comprender abiertamente que detrás de su imagen y de sus comportamientos existen seres altamente sensibles, que no están preparados para vivir socialmente en un mundo donde los adultos fueron forjados a sobrevivir y a defenderse. Si entendemos este punto podremos estar muy cerca de ellos hablarles hasta que entren en razón y comprendan que sus formas de vivir, de ser, como de pensar deben ser replanteadas y analizadas para llegar dentro de ellos mismos a un equilibrio que les favorezca entablar una muy buena integración y compartir con el mundo de los adultos diálogos fluidos y educativos siendo la comprensión y el intento los cimientos que desarrollen creativamente el acercamiento y enriquecimiento cognitivo de ambas generaciones. Recordando siempre que ellos han venido a preparar y vivir en un mundo distinto al nuestro y esto va a ser muy sano para todos. Un fuerte abrazo Marielalero. Enviado el 06/10/2011 a las 5:04 Estimado Damián. Puede resultar inquietante el pensar que nuestra mente es un programa que lleva incorporado un software que sustituye una memoria original por otra orientada a desarrollar y amoldar un prototipo de modelo de vida. Entiendo tu planteamiento y es totalmente aceptable el que te cuestiones. Es lógico preguntarse que si lo que llevamos no es nuestra mente, entonces, • • • • • • ¿Qué es lo que siento y percibo como mi propio yo? ¿Cómo es posible que las ideas que me vienen como conclusiones no sean mías sino de un programa que llevo incorporado? ¿Quiere decir que todo lo que soy, hago, digo y siento es falso? ¿Soy un tipo de simulacro viviente? ¿Cuál sería el fin? ¿Para qué?