siendo utilizadas las distintas gamas de líneas de tiempo-espacio que ellos mismos habían diseñado y construido a pedido del Consejo.
Descubrieron las actividades y planes de la Confederación en la creación de colonias humanas o humanoides en planetas físicos u holográficos creados como bases experimentales. Confirmaron que a sus espaldas los reptoides habían tomado las bases de investigación y planes de diseños tecno-científicos creados por ellos, y que los habían obligado a entregárselos a los del Consejo para mantener en reserva y privacidad su custodia. Los reptoides en un corto periodo habían duplicado sus conocimientos y desarrollado su propia tecno-ciencia en base al conocimiento y esfuerzo de los Anunnakis.
La única forma de contratacar a los reptoides era intervenir sobre los Nephilim, estudiar sus comportamientos y específicamente su actitud de compromiso y lealtad para con sus parientes reptoides y el Consejo.
Esperaron el momento mas indicado para actuar sobre una de las misiones encomendadas a los Nephilim, lo hicieron anteponiendo sus sistemas tecnológicos en una de las líneas de tiempo por donde serian enviados como ruta segura los Nephilim. Los datos habían sido extraídos con anticipación, previeron una emboscada que acaparaba varias líneas de tiempo en su control, generaron en cada una de ellas el efecto espejo por donde distraerían a las razas reptoides haciéndose pasar como los Nephilim sin que se dieran por enterados del engaño óptico ilusorio.
El secuestro no fue registrado por la tecnología de los reptoides a cargo de la misión, pues no estaban enterados de la existencia de este nuevo avance tecno científico de sus contrincantes, no conocían la ilusión virtual que replicaba holográficamente imágenes, trayectorias incluso el traslado por los túneles del tiempo como también la presencia físicas de vehículos y alienígenos.
Los Anunnakis llevaron a los Nephilim, a sus naves los chequearon y comprobaron que los mismos habían sido genética y cognitivamente manipulados con implantes. Les informan a los Nephilim secuestrados de sus condiciones y de lo que se venia haciendo con ellos, los mismos confesaron que ya tenían sus sospechas por los síntomas físicos que percibían y perdida espontánea de sus memorias, expresaron su dolor y desilusión con sus pares reptoides como también les expresaron a los Anunnakis sus razones para no confiar en ellos plenamente ante la sospecha de estar siendo utilizados para una revancha y venganza.
Los Anunnakis, dieron sus puntos de vista y les propusieron formar parte de su alianza dado que tenían muchos puntos en común y les ofrecieron como solución la posibilidad de implantarles un neurotransmisor en sus cerebros que fuera imperceptible para las razas reptoides y ex pleyadianos.
La tecnología que les ofrecían les permitiría ver a los Nephilim cuando eran intervenidos y que es lo que hacían los del Consejo y sus parientes reptoides cuando eran abducidos durante sus exploraciones, junto con ello serian apoyados y cuidados por los Anunnakis desde sus centros de comando, que cumplirían la función de cámaras digitales, por donde les transmitirían a los Nephilim sus posiciones y localizaciones para que estos a su ves retuvieran en estado consciente, lo que veían y hacían como misiones en representación al Consejo y la Confederación.
Le facilitaron a los Nephilim el mismo código de comunicación de los Annunakis, por donde no podrían ser interceptados durante sus contactos y ello se debería a los neurotransmisores que habían desarrollado específicamente para entrometerse desde el espionaje en los asuntos de los reptoides y del Consejo de Orión.
Es decir los Anunnakis, podrían viajar por las líneas de tiempo que estaban bajo la guarda de las razas reptoides y dracos, verlos y escuchar sus conversaciones a través de los neurotransmisores que les implantarían dejando abierta la misma posibilidad a los Nephilim, bajo un absoluto compromiso, discreción y reserva porque para que este operativo funcionara, no debía producirse ningún margen de error por las dos partes.
Los Nephilim, no sabían muy bien que es lo que les convenía hacer, los Anunnakis, para ganarse su confianza les mostraron la posibilidad de que los implantes se los pondrían tan solo a unos cuantos para que comprobaran por ellos mismos los que les venían haciendo y para qué los estaban utilizando y que a su ves fueran los propios testigos y voceros oficiales para sus otros compañeros Nephilim.
En común acuerdo aceptaron el desafío y se predispusieron a ser intervenidos en estado consciente por donde ellos podrían ir observando por un sistema de cámaras paso a paso el procedimiento quirúrgico que les aplicarían, hacer preguntas y recibir las instrucciones de los Anunnakis. La intervención fue un éxito, en tiempo terrestre no les llevo mas de 6 horas hacer lo planificado.
Regresaron las dos naves que portaban los Nephilim con la mitad de su tripulación implantada y levantaron la holografía ilusoria corrigiendo nuevamente la detención del espacio-tiempo manipulada de sus partes, para su satisfacción los Nephilim que portaban los neurotransmisores podían registrar y visualizar todo el operativo incluso las conversaciones de los reptoides con los del Consejo que no estaban enterados que estaban siendo escuchados y visualizados por la