Marejadas Rurales y Luchas por la vida CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL y ECONÓMICA del CAMPO | Page 244
INDRA MORANDÍN AHUERMA
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ARMANDO CONTRERAS HERNÁNDEZ
La sustentabilidad con rostro humano
También hay que especificar que las economías campesinas e indígenas
responden a una lógica de familias y grupos extendidos como comunidades,
buscan la satisfacción de las necesidades, en lugar de obtener ganancias
adicionales. Las variaciones ecológicas constituyen la base física de la
diversidad cultural y económica de cada región (Shanin, 1979).
Otro factor a recalcar es que es necesario considerar a los agricultores como
administradores del sistema ecológico el cuál provee un considerable número
de servicios ecosistémicos (UNCTAD, 2013). Los resultados demuestran que
gracias a sus prácticas existen remanentes de bosque mesófilo, que de otro
modo tendrían la misma suerte que las grandes extensiones que caracterizaban
el estado de Veracruz.
En el caso de los cafeticultores con prácticas sustentables; desde el
desarrollo sostenible, aunque se valora el cuidado del ecosistema, la
problemática se centra en cómo hacer una mejor comercialización y buscar
la rentabilidad. La lógica económica supone que al tener mejores ingresos
los problemas de índole social y ambiental podrán ser solucionados. Con esta
idea los productores aprovechan la brecha de la sustentabilidad y posicionan
su producto con argumentos ambientales válidos. Sin embargo, la dinámica
de la visión centrada en la economía y el crecimiento económico, genera una
presión que pone en peligro las prácticas sustentables del grupo de estudio.
Cuando la sustentabilidad pone a la economía en una posición secundaria
y se centra en el valor de la sociedad y la cultura, los actores visualizan otro
tipo de problemas de índole social y ético. La sustentabilidad fuerte como
concepto académico reconoce el valor de una cultura que mantiene una relación
más estrecha con su entorno natural.
La sustentabilidad en la práctica encara aspectos económicos, políticos y
sociales, de alta complejidad, por lo que no es posible delimitar una frontera
precisa entre las visiones académicas de sustentabilidad. La diferencia radica
en el peso y valoración de elementos que salen de la fórmula monetarista.
Las características locales hacen que los actores sociales, en sus territorios,
enfrenten situaciones particulares. Sin embargo, cada grupo social y su
organización, en espacios específicos puede aspirar a una mejor versión de
sí mimo. La sustentabilidad fuerte ofrece un marco ético referencial y una
valoración social más profunda para construir soluciones a partir de los
funcionamientos valiosos y problemáticas particulares.
A manera de reflexión final se puede señalar que la construcción de
puentes entre conceptos y teorías, como la sustentabilidad y las estrategias
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