—Te guardaré un asiento. Voy a necesitar toda la ayuda que pueda
conseguir. Travis me siguió a mi habitación, y yo saqué mi guía de estu-
dio, mientras él abría mi libro. Me interrogó implacablemente y después
me aclaró unas cuantas cosas que no entendía. Tal y como él se explica-
ba, los conceptos pasaron de confusos a obvios.
—… y las células somáticas se reproducen mediante la mitosis. Y
ahí vienen las fases. Suenan de forma parecida a un nombre de mujer:
Prometa Anatelo.
Me reí.
—¿Prometa Anatelo?
—Profase, Metafase, Anafase y Telofase.
—Prometa Anatelo —repetí asintiendo. Me golpeó en la coronilla
con los papeles.
—Lo tienes controlado. Te sabes esta guía de estudio de arriba abajo.
Suspiré.
—Bueno…, ya veremos.
—Te acompaño a clase y así te pregunto de camino.
Cerré la puerta detrás de nosotros.
—No te enfadarás si cateo este examen, ¿no?
—No vas a catearlo, Paloma. Aunque la próxim a vez deberíamos
empezar antes —dijo él, mientras caminaba a mi lado hacia el edificio
de ciencias.
—¿Cómo piensas compaginar ser mi tutor con llevar al día tus debe-
res y entrenarte para tus peleas?
Travis se rio.
—No entreno para las peleas. Adam me llama, me dice dónde es la
pelea y yo voy.
Sacudí la cabeza con incredulidad mientras Travis sujetaba el papel
y se preparaba para hacerme la primera pregunta. Casi nos dio tiempo a
completar una segunda ronda de la guía de estudio cuando llegué a mi
clase.
—Patéales el culo —dijo sonriendo, mientras me entregaba los apun-
tes, apoyado en el quicio de la puerta.
—Hola, Trav. —Me volví y vi a un hombre alto, algo desgarbado, que
sonreía a Travis mientras iba a la clase.
—¿Qué hay, Parker? —asintió Travis.