núm. 61 ·
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Castillo pirotécnico en el
edificio Linares
Cecilio Nando Alcaraz
D
espués del susto de las
calaveras en el Edificio
Linares, seguí con la rutina: en las
mañanas a barrer y trapear, en las
noches el llenado de las cisternas.
En una ocasión cortaron el
suministro de corriente para el
alumbrado, todo por exceso de
pago. Cuando llegaba a pasar esto,
había que vigilar cuándo llegara el
encargado a cortar la luz; hablar
con él, mediante una propina nos
daban margen para ir a pagar
otro día, pero en esa ocasión, no
me pude dar cuenta, hasta que
traté de encender el alumbrado
del pasillo ya obscureciendo.
Teníamos un contrato exclusivo
para la luz del pasillo, las escaleras
y la bomba para subir el agua.
Pensé en ese momento que iba a
tener problema con los inquilinos,
había que pensar en una solución.
Había visto con anterioridad,
como improvisar para tomar
corriente de un medidor a otro,
así que ni tardo ni perezoso fui a
traer la lámpara y la herramienta,
inmediatamente, empecé a poner
en práctica mis conocimientos
como buen electricista; conseguí
un pedazo de cable del más
grueso, creo era calibre 10, con el
fin
de
evitar
un
posible
calentamiento y algún corto
circuito, eso había escuchado a los
expertos, así que tomé el cable,
con una navaja corté la cubierta
delos extremos y doblé las puntas grande, que volaron chispas para
todos lados. De suerte alcancé a
en forma de ganchos.
sacar la mano y saltar hacia atrás,
Con mucho cuidado bajé el
luego vi que los discos de los
interruptor del medidor de uno
medidores empezaron a girar con
de los vecinos, que se encontraba
tanta velocidad, que se escuchaba
en la parte de arriba, fijé los
como una sirena policíaca; lo
ganchos preformados del cable en
mismo pasó con la bomba, creo
las cuchillas, luego, con el otro
que giraba al doble de sus
extremo lo conecté al interruptor
del medidor del alumbrado, subí el
switch, enseguida el otro, de
inmediato prendió el foco del
pasillo.Yme dije, ---- mmm, estuvo
facilito, no cabe duda que
aprendiste bien la lección Chilo ---, enseguida fui a probar la bomba
del agua. Cuando subí el switch de
la bomba, hizo un corto tan
revoluciones. El cable que instalé
como puente se puso al rojo vivo,
luego, como en serie, siguieron los
otros medidores. Algo parecido a
los toritos de fuegos artificiales,
cuando salen de improviso en las
fiestas de la iglesia. No me quedo
otra más que salir corriendo
rumbo a la calle. Afuera, en la