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· núm. 61
Más y mejores
empleos para
manzanillenses
Carlos Roque García Pirsch
A
nivel nacional el Municipio de Manzanillo se le
considera como un polo de desarrollo en pleno
movimiento ascendente, registrando en los últimos 3
años un crecimiento sin precedente en todos y cada
uno de las ramas de la actividad económica; tanto en
el ramo turístico, comercial, portuario e industrial se
han venido estableciendo grandes empresas nacionales e internacionales las cuales, ciertamente, han generado oportunidades de empleo. Sin embargo, todas
estas empresas traen consigo a su propio personal
proveniente de otros estados de la república para
ocupar puestos de nivel directivo hasta jefaturas de
departamento desplazando a los jóvenes manzanillenses que no tienen acceso a un empleo digno y remunerado y que pese a estar capacitados y haber
concluido sus estudios profesionales de las diversas
universidades y centros de enseñanza superior, traer
consigo buenas cartas y contar con las habilidades y
destrezas necesarias no son contratados o bien son
relegados para ocupar cargos de 2º o 3º nivel, de alto
riesgo laboral y que por la situación económica algunos se ven obligados a aceptar, para insertarse al sector productivo, con la esperanza de algún día acceder
a puestos directivos y mejorar su situación económica.
Es cierto, de acuerdo a la ley, a ninguna empresa se le
puede impedir que haga uso de su derecho de contratar a quien mejor le convenga, sin embargo, ante el
vertiginoso crecimiento de la planta laboral que se
registra en nuestra ciudad, es hora que las instituciones de enseñanza media y superior mejoren su tarea
de vinculación con el sector empresarial y, conjunta-
mente, con la autoridad federal, estatal o municipal,
promuevan la inserción de los egresados de universidades locales a puestos de nivel de dirección o subdirección.
Muchos profesionistas nativos de Manzanillo se ven
en la necesidad de emigrar a otros estados, donde
han logrado muchos ser contratados por empresas
establecidas en otras entidades y otros países, existiendo ya varios manzanillenses que laboran exitosamente en las ciudades de Guadalajara, Monterrey,
Veracruz, Querétaro y en el Distrito Federal o en el
extranjero, alejados de sus familiares y amistades en
perjuicio de la esencia misma de la cohesión social.
Ello ocasiona, muchas veces, resentimiento y enojo
de los padres de familia que no viven la felicidad y el
orgullo de ver a sus hijos triunfar en su propia ciudad, lo cual es una injusticia social que se produce
por la falta de visión y del establecimiento de políticas publicas gubernamentales para incentivar que las
empresas de nueva creación contraten en puestos
directivos a profesionistas nativos preparados en cada ramo de la actividad laboral y lograr, a mediano
plazo, el desarrollo laboral pleno del individuo.
Es por ello necesario que, como sociedad civil, gestionemos ante la autoridad para que haga posible la
contratación de profesionistas de la localidad, debidamente capacitados en las actividades que requieran
las empresas establecidas y a través de incentivos fiscales, se logre este objetivo, fortaleciendo un programa que abra sus puertas a cientos de jóvenes que
hoy están engrosando las filas del desempleo o subempleo.