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El Aborto y la Pena de Muerte
E
n abril de 2007, escribí lo siguiente
acerca del aborto. En esa ocasión
definí postura a este respecto. Traté de
ser claro en la exposición de las razones
que explicaban mi posición, mi forma
pensar, de ver y de sentir en cuanto se
refiere a este tema tan complicado para
los seres humanos.
Estoy a favor del aborto. Desde mi
punto de vista, debería bastar sólo
la decisión de la madre para que
las instancias de salud pública lo
practicaran, justo antes de las 12
semanas de gestación, por supuesto. Más a favor estoy que este tema sea discutido libre y
ampliamente en todos los ámbitos.
Esta es una característica de la democracia: escuchar a todas las voces y resolver en consecuencia. La
amenaza de excomunión no basta
para frenar a nadie, sea o no
miembro de la iglesia que lo excomulga.
Deberían saberlo quienes han
amenazado con ello a los legisladores que voten a favor de la propuesta de ampliar el número de
causales que despenalizan el aborto. Es una muestra clara de extremismo religioso y, si se me
permite el término, hasta de fundamentalismo.
Si la jerarquía católica no quiere
que los miembros de su iglesia lleguen a abortar, que hagan campaña
para que no lo hagan, pero no olvidemos que vivimos en un régimen civil, no teocrático, al menos
todavía.
Miguel Acosta
asentado en su presentación en la
asamblea legislativa, donde hasta
los diputados del PAN se deslindaron de él, al ver las consecuencias
negativas de un maridaje extremo
con el “provido” mayor.
Las cuestiones morales son individuales y cada uno las resuelve a su
manera. Pero los valores que asumimos como sociedad son responsabilidad de todos. Los
ámbitos son diferentes y diferentes los medios para sancionar las
desviaciones de la norma. Para
unos, la condena eterna y para todos, la aplicación de la ley.
No nos confundamos: no se va a
despenalizar el aborto, ya está despenalizado. Ahora, simplemente se
pretende agregar una causal más.
Eso es todo y el asunto es en el
DF, no en toda la república, aunque
luego podría replicarse en los estados dicha modificación legal.
Eso es bueno, porque ayuda a resolver problemas de salud pública.
¿Cuántas mujeres se practican
abortos clandestinos? ¿Cuántas
mueren al año por esa razón?
Por eso estoy a favor del aborto.”.
Hasta aquí lo escrito el 12 de abril
de 2007.
Pues bien, así como estoy a favor
del aborto, lo estoy también de la
pena de muerte en los términos
planteados en la iniciativa Coahuila, es decir, si y sólo si los secuestradores privan de la vida a los
secuestrados. Seamos claros: la iniSacar a pasear a individuos como ciativa no determina matar a toSerrano Limón es ո