Manual del Entrenador 2011 | Page 303

MANUAL PARA EL ENTRENADOR INTRODUCCIÓN Hace tiempo cayó en mis manos un libro peculiar titulado Miniaturas Rusas. En ese libro que hoy supongo de extraño conocimiento entre lectores jóvenes me sorprendió lo mismo que al autor, la riqueza de ideas prodigadas en juegos, que la verdad sea dicha, aparecían hábilmente manejados en manos de ajedrecistas absolutamente extraños respecto de las grandes personalidades que representaran en los campeonatos de la URSS los Ragozin, los Boleslavsky, los Alatorsev, los Sokolsky, o tantos otros allá por los años cuarentas. Si tal destreza era común entre jugadores de segunda fila ya imaginará el lector mi casi destemplanza cuando a fuerza de seguir por los rudos linderos del autodidacta en pleno siglo XX era incapaz de hallar fidedignamente el sustento y la línea lógica de aquellos encuentros. A muchos años de haber leído y releído tantos materiales para el propio aprendizaje como para la enseñanza, llego a la conclusión de que quien quiera perfeccionarse en ajedrez tiene que pasar por el tamiz del ataque, si aspira a convertirse en gran jugador. Todavía hoy se pregona que el ajedrez se mueve por estilos y que éllos están determinados por la personalidad del jugador pero a esa categórica sentencia que pasó por ser lapidaria la nueva generación de jugadores que empezaron con Anand, Gelfand, Short e Ivanchuk en los años noventas y hasta nuestros días con Judith Polgar, Lázaro Bruzón, Pentala Harikrishna, Magnus Karlsen, etcétera; le han dado un peligroso jaque subrayando como peculiar característica del ajedrecista contemporáneo su puntualidad para reconocer el dinamismo de una posición como energía latente que debe ser contenida. Por propia experiencia con los alumnos en el Taller de Ajedrez de la Biblioteca de México José Vasconcelos, mi principal centro de promoción ajedrecística en el Distrito Federal por diez años, confirmo la utilidad de ese recorrido por juegos de ataque las veces que fueron necesarias. Táctica y estrategia son factores intrínsecamente conectados. Los problemas de táctica exigiendo mate en uno, dos o tres movimientos, serán de mucha utilidad a los jóvenes pero de poco provecho si es que no logran construir una situación ventajosa donde aplicarlos fuera del artificio “juegan y ganan”. Por tal motivo, he dividido los principales capítulos en temas de estrategia básica que conducen a la captura del rey una vez que es enrocado considerando que la fuerza de un jugador depende e irá en aumento, en función de su capacidad para: a) Conducir un ataque directo contra el rey b) Con base a esa práctica evaluar una posición c) Elaborar un plan Al respecto el consejo del excampeón mundial José Raúl Capablanca señala: “...el jugador debe esforzarse por realizar combinaciones que conduzcan a un ataque contra el rey cada vez que sea posible. Este no es exactamente el punto de vista del experto que trabajará para alcanzar una ventaja posicional o material de cualquier clase, independientemente si el ataque se hace contra el Ajedrez 3 Modelo curricular de cinco niveles V