MANUAL PARA EL ENTRENADOR
INTRODUCCIÓN
Hace tiempo cayó en mis manos un libro peculiar titulado Miniaturas Rusas. En ese libro
que hoy supongo de extraño conocimiento entre lectores jóvenes me sorprendió lo
mismo que al autor, la riqueza de ideas prodigadas en juegos, que la verdad sea dicha,
aparecían hábilmente manejados en manos de ajedrecistas absolutamente extraños
respecto de las grandes personalidades que representaran en los campeonatos de la
URSS los Ragozin, los Boleslavsky, los Alatorsev, los Sokolsky, o tantos otros allá por
los años cuarentas. Si tal destreza era común entre jugadores de segunda fila ya
imaginará el lector mi casi destemplanza cuando a fuerza de seguir por los rudos
linderos del autodidacta en pleno siglo XX era incapaz de hallar fidedignamente el
sustento y la línea lógica de aquellos encuentros.
A muchos años de haber leído y releído tantos materiales para el propio aprendizaje
como para la enseñanza, llego a la conclusión de que quien quiera perfeccionarse en
ajedrez tiene que pasar por el tamiz del ataque, si aspira a convertirse en gran jugador.
Todavía hoy se pregona que el ajedrez se mueve por estilos y que éllos están
determinados por la personalidad del jugador pero a esa categórica sentencia que pasó
por ser lapidaria la nueva generación de jugadores que empezaron con Anand,
Gelfand, Short e Ivanchuk en los años noventas y hasta nuestros días con Judith
Polgar, Lázaro Bruzón, Pentala Harikrishna, Magnus Karlsen, etcétera; le han dado un
peligroso jaque subrayando como peculiar característica del ajedrecista contemporáneo
su puntualidad para reconocer el dinamismo de una posición como energía latente que
debe ser contenida. Por propia experiencia con los alumnos en el Taller de Ajedrez de
la Biblioteca de México José Vasconcelos,
mi principal centro de promoción
ajedrecística en el Distrito Federal por diez años, confirmo la utilidad de ese recorrido
por juegos de ataque las veces que fueron necesarias.
Táctica y estrategia son factores intrínsecamente conectados. Los problemas de táctica
exigiendo mate en uno, dos o tres movimientos, serán de mucha utilidad a los jóvenes
pero de poco provecho si es que no logran construir una situación ventajosa donde
aplicarlos fuera del artificio “juegan y ganan”. Por tal motivo, he dividido los principales
capítulos en temas de estrategia básica que conducen a la captura del rey una vez que
es enrocado considerando que la fuerza de un jugador depende e irá en aumento, en
función de su capacidad para:
a) Conducir un ataque directo contra el rey
b) Con base a esa práctica evaluar una posición
c) Elaborar un plan
Al respecto el consejo del excampeón mundial José Raúl Capablanca señala:
“...el jugador debe esforzarse por realizar combinaciones que conduzcan a un
ataque contra el rey cada vez que sea posible. Este no es exactamente el punto
de vista del experto que trabajará para alcanzar una ventaja posicional o
material de cualquier clase, independientemente si el ataque se hace contra el
Ajedrez 3
Modelo curricular de cinco niveles
V