La ficción bien puede surgir de la realidad, no hay razón para suponer que debe ser invención pura. Pero el suceso concreto contado desde la mirada de la ficción, pasado a través del tamiz de este tratamiento, se transforma en un hecho literario.
En los universos de ficción que son los textos literarios, en cualquier género –cuento, novela, poesía, teatro o el que fuere–, resulta concretamente válido inventar un documento histórico, siempre y cuando responda a una necesidad, una exigencia del texto y, por supuesto, quede claro que está dentro del marco de un universo de ficción: la coherencia de cada elemento de la narración se evalúa en relación con los demás elementos de ese universo. El asunto es no pretender que esa ficción pase por verdad histórica. Historia y literatura tienen muchos aspectos en común, pero literatura –por más redundante que parezca–, es literatura, es ficción.
Función Poética
La función poética es aquella en que el lenguaje se concentra en la forma, en cómo se dice.
Todos los seres humanos nacemos con un lenguaje que será parte de nuestra identidad. Desde el momento mismo en que nos dan el nombre, nos dan nuestra cultura, nuestras tradiciones y nuestro lenguaje. Por eso luego, a lo largo de la existencia, vivimos también en nuestro lenguaje: es el soporte de nuestro pensamiento y el medio para nuestros intercambios sociales, entre otras cuestiones. En este contexto, el trabajo del escritor implica transformar el lenguaje –que es su material de trabajo–, y más que buscar originalidad en lo extraordinario, en lo fuera de lo común, la tarea radica en darle a lo común una mirada diferente, imaginar otras posibilidades. Se hace un uso connotativo del lenguaje: las palabras adquieren además del significado explícito transmita otros sentidos, sugeridos por la asociación semántica entre el significado de esa palabra o expresión en el diccionario y su ubicación en el texto, por la sonoridad, por los juegos lingüísticos. En la lengua connotativa las palabras no solo tienen el significado del diccionario sino que tienen por lo menos un sentido más.