A. INTRODUCCIÓN
Muchas personas afirman que el deporte puede, y debe, contribuir positivamente al desarrollo de los jóvenes y a la calidad de vida de nuestras comunidades. Pero pocos son los creen que el deporte está a la altura de su potencial.
El deporte nunca es neutro. Puede enseñar valores y conductas éticas, o no. Puede ayudar a las personas a tener una imagen positiva de sí mismas y a respetar al prójimo, o no. Puede reforzar la vida en comunidad, o no. El deporte puede unir a las personas, fomentar la amistad, reforzar un estilo de vida sano, forjar el orgullo cívico y la participación en la comunidad. O puede también centrarse en la violencia, las drogas y las trampas para ganar a toda costa.
Por ello, es absolutamente necesario respaldar los valores positivos del deporte de manera sencilla y eficaz. Todos debemos asumir nuestra responsabilidad, pero especialmente aquellas personas o instituciones que están relacionadas con los jóvenes – como los colegios, los grupos comunitarios y los clubes deportivos –, para crear una cultura deportiva positiva y fuerte.
B. EL OLIMPISMO Y LOS VALORES OLÍMPICOS
El Olimpismo es una filosofía y un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto de los principios éticos fundamentales. Para las personas, el Olimpismo combina el deporte, la cultura y la educación para promover un desarrollo adecuado y equilibrado entre el cuerpo, la mente y la voluntad. Para la sociedad, el Olimpismo coloca el deporte al servicio de la humanidad y promueve una sociedad pacífica que preserve y cultive la dignidad humana.
Como conceptos intelectuales los valores son difíciles de definir. Se consideran como universalmente aceptados y, por tanto, absolutos. Sin embargo, su importancia puede variar de una persona a otra. Pueden significar cosas distintas en función del contexto cultural o social del lugar donde viven las personas. Y se interpretan a través de la lente con la que cada ser humano ve el mundo. Al pertenecer a todos, el Movimiento Olímpico debe fomentar el debate y cuestionar la pertinencia de sus valores en el mundo actual.
Para expresar su visión de manera más eficaz, el COI se propuso aclarar el significado de los valores olímpicos e inscribirlos en un marco global. El objetivo era mostrar que los valores olímpicos están relacionados con los principios, las directrices, las actividades y la misión del Movimiento, y encontrar un modo de comunicar claramente lo que representa el COI.
Los tres valores principales del Movimiento Olímpico que nos inspiran a nivel personal y colectivo son la excelencia, la amistad y el respeto.
Excelencia – En el ideal olímpico, este valor se refiere a dar lo mejor de sí mismo, tanto en el terreno de juego como en el personal. No se trata de ganar, sino también de participar, de progresar hacia la consecución de nuestros objetivos personales y de dar lo mejor de nosotros cada día, beneficiándonos de la saludable combinación de un cuerpo, una mente y una voluntad fuertes.
Amistad – El Movimiento Olímpico promueve la creación de vínculos y el entendimiento mutuo entre las personas. El valor de la amistad se refiere a la creación de un mundo mejor y más pacífico gracias a la solidaridad, el espíritu de equipo, la alegría y el optimismo en el deporte. Los Juegos Olímpicos inspiran a la humanidad a superar las diferencias políticas, económicas, de sexo, raciales y religiosas y a entablar amistad a pesar de estas diferencias. Para los atletas, significa crear lazos de amistad para toda la vida con sus compañeros de equipo y con sus rivales.
Respeto – Este valor debería ser una fuente de inspiración para todos los que participan en los programas olímpicos. El respeto a uno mismo, a su cuerpo, a los demás, a las normas y al medio ambiente. En el deporte, el respeto hace referencia al juego limpio de los atletas y a su compromiso con la lucha contra el dopaje.
68