Manual de Administración Deportiva 2014 | Page 172
A. INTRODUCCIÓN
Todas las organizaciones deportivas convocan reuniones por un motivo u otro, como reuniones de los
comités o asambleas generales, así como reuniones informales e internas con los voluntarios, entrenadores
y atletas. La manera en que se lleve a cabo la reunión dependerá del objetivo de la misma y, en gran
medida, del grado de formalidad. Las reuniones formales tendrán probablemente una estructura y un
proceso establecidos, mientras que las reuniones informales se asemejarán a una conversación entre
los participantes.
©Getty/Brian Bahr
B. CONSEJOS PARA ORGANIZAR BUENAS REUNIONES
Existen varios consejos que se pueden seguir para asegurarse de que cada reunión que organice sea un éxito:
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•
Tener una razón definida para cada reunión. Las reuniones sin un objetivo claro suponen una
pérdida de tiempo para todo el mundo.
•
Examinar cada punto del orden del día antes de convocar la reunión. ¿Es posible tratar las
cuestiones sin convocar la reunión?
•
Invitar a las reuniones únicamente a las personas a las que incumben los temas del orden del día.
Cuanta más gente asista, más larga será la discusión y la reunión.
•
Asegurarse de que los participantes conocen el propósito de la reunión a tiempo para que puedan
prepararse para ella. Procure que traigan todos los materiales pertinentes.
•
Escoger un lugar de reunión donde no haya interrupciones y donde la atmósfera sea agradable
y cómoda.
•
Procurar que todo el mundo apague sus teléfonos móviles, ordenadores portátiles y otros
dispositivos electrónicos.
•
Planear de antemano todo el material que se necesitará en la sala de reunión y asegurarse de que
funciona correctamente.
•
Distribuir las mesas y las sillas para que todos los participantes puedan verse unos a otros.
•
Procurar dirigir la reunión de forma eficaz.
•
Empezar puntualment e, sin tener en cuenta a los que lleguen con retraso. Fomente la puntualidad
anotando en el acta de la reunion no sólo los nombres de los presentes y ausentes, sino también
los de aquellos que llegaron tarde.
•
Fijar un límite de tiempo para cada punto del orden del día y respetarlo.
•
Hacer que el redactor de actas se siente en un lugar donde pueda ver el rostro de todos
los participantes.