Manual de Administración Deportiva 2014 | Page 113

SECCIÓN II Los entrenadores, los medios de comunicación de masas y los instructores son, quizás, los que más pueden hacer para poner freno a la violencia. No toman parte directamente en actos de violencia y, a veces, animan demasiado a los atletas a que cometan actos de este tipo. Los atletas son personas que valoran la obediencia y tenderán seguir las instrucciones de sus entrenadores. Por eso, los entrenadores y los instructores tienen una gran responsabilidad a la hora de erradicar la violencia del Movimiento Olímpico y deportivo. La violencia entre espectadores en los estadios La cuestión de la violencia de los espectadores en los estadios no es nueva y se produce en muchos deportes y países. Muchos estudios académicos se han centrado en el aspecto sociocultural de este comportamiento violento. Entre las teorías elaboradas se incluyen los siguientes conceptos: • La violencia y las peleas en el terreno desencadenan reacciones violentas de los hinchas de los equipos en las gradas. • Las decisiones arbitrales pueden precipitar la violencia entre el público. • Los hinchas se identifican con el equipo local y crean su propia “competición” contra los hinchas del equipo contrario. • Los hinchas, escondidos entre la masa y estimulados por el alcohol, disfrutan produciendo disturbios y cometiendo actos que no cometerían si estuvieran solos. • Cuando están en grupo, las personas son más agresivas y están influenciadas por las normas del grupo y la aceptación de la violencia. Un acto de violencia en grupo provoca otros actos similares. ©Gabor Benedek Independientemente de los factores socioculturales que provocan la violencia de los espectadores, está demostrado que tiene un gran efecto en la asistencia a actos deportivos o incluso en el apoyo del deporte por parte de la comunidad. Por ello, resulta vital inculcar unos valores éticos apropiados a los jóvenes en particular, para que no acepten este tipo de comportamiento desprovisto de ética. El movimiento deportivo, junto con las autoridades políticas, tienen la gran responsabilidad de analizar esta cuestión y definir políticas y maneras que permitan solucionar este problema. M A N U A L D E A D M I N I S T R A C I Ó N D E P O R T I VA 113