INGREDIENTES
1 kg de calabaza de castilla en trozos medianos( con cáscara) 2 piloncillos medianos( aprox. 500 g) 1 taza de agua 2 rajas de canela 3 clavos de olor 1 trozo pequeño de cáscara de naranja( opcional) 1 pizca de sal
PREPARACIÓN
Preparar la miel: En una olla grande, coloca el agua, el piloncillo, la canela, los clavos y la cáscara de naranja. Cocina a fuego medio hasta que el piloncillo se disuelva completamente y se forme un jarabe espeso. Agregar la calabaza: Incorpora los trozos de calabaza con la cáscara hacia abajo. Cubre la olla y cocina a fuego bajo durante unos 40-50 minutos, o hasta que la calabaza esté suave y bien impregnada del jarabe. Servir: Deja enfriar un poco antes de servir. Puedes disfrutarla sola, con un toque de crema, o acompañada de un vaso de leche o café de olla.
¿ Por qué comerlo en estas fechas? El dulce de calabaza no solo es un placer gastronómico, sino también una tradición que celebra el ciclo de la cosecha y la llegada del frío. Durante el Día de Muertos, suele colocarse en los altares como ofrenda, simbolizando la dulzura de la vida y el cariño hacia quienes ya partieron. Además, la calabaza es una fuente natural de vitamina A, antioxidantes y fibra, lo que la convierte en un postre nutritivo y reconfortante para esta temporada. En un mundo donde lo moderno se impone, el dulce de calabaza nos recuerda que la verdadera riqueza está en saborear la historia, los aromas y los afectos que se cocinan lentamente, como este clásico otoñal que nunca pasa de moda.
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Manos al Carbón