Para entradas ligeras como ensaladas invernales, carpaccios, mariscos fríos o canapés, los espumosos son protagonistas. Un cava, prosecco o champagne brut equilibra grasas suaves y notas cítricas, limpia el paladar y abre el apetito. También funcionan vinos blancos jóvenes o un mocktail de manzana verde, jengibre y romero para quienes buscan opciones sin alcohol. Los platos principales de fin de año suelen ser protagonistas: pavo, cerdo, cordero, bacalao o pescados al horno. Carnes blancas y preparaciones con hierbas se realmaridaje
Página | 38 el arte de acompañar
El fin de año es el momento perfecto para detenerse, compartir y celebrar alrededor de la mesa.
Un buen maridaje no solo acompaña los platillos, sino que eleva la experiencia sensorial, creando armonía entre aromas, texturas y sabores. En estas fechas, donde abundan recetas intensas y emotivas, elegir la bebida adecuada marca la diferencia entre una cena correcta y una inolvidable.
zan con vinos blancos con crianza o rosados estructurados, mientras que carnes más intensas, salsas especiadas o preparaciones agridulces encuentran su mejor aliado en vinos tintos de cuerpo medio, como un tempranillo, malbec joven o garnacha. Para una alternativa diferente, la cerveza artesanal ámbar o una kombucha especiada aportan carácter y frescura. Los acompañamientos, purés, gratinados, verduras asadas o rellenos, también influyen en el maridaje. Si predominan sabores cremosos o mantequillosos, vinos con buena acidez equilibran el conjunto. En mesas diversas, una bebida versátil como un vino tinto joven o un mocktail cítrico con especias de invierno permite armonizar múltiples platillos sin saturar el paladar. Para el momento del postre, la clave está en igualar la intensidad. Postres de chocolate, cacao o café se complementan con vinos fortificados, o bebidas con notas tostadas y especiadas. Dulces frutales, panettones o postres tradicionales mexicanos armonizan con vinos dulces ligeros, sidra natural o infusiones calientes de frutos rojos, canela y clavo. Finalmente, el brindis de cierre de año merece una mención especial. Más allá del clásico espumoso, hoy se abre paso la creatividad: mocktails elegantes, bebidas fermentadas naturales o cocteles ligeros con frutas de temporada permiten brindar de forma consciente. El mejor maridaje de fin de año es aquel que acompaña el momento, respeta los sabores y celebra, con equilibrio, el cierre de un ciclo y el inicio de uno nuevo.
Manos al Carbón