Desde el rescate de ingredientes endémicos hasta la dignificación del trabajo en el campo y en la cocina, la gastronomía se posiciona como una plataforma para generar impacto social. Proyectos colaborativos, economías locales fortalecidas y una mayor visibilidad de comunidades históricamente relegadas forman parte de esta nueva narrativa culinaria. El comensal también ha evolucionado. Ya no solo busca un platillo bien ejecutado, sino una experiencia con sentido. La transparencia en los procesos, la coherencia entre el discurso y la práctica, y el compromiso con el entorno son factores que influyen cada vez más en las decisiones de consumo. Este artículo especial invita a mirar la gastronomía desde una perspectiva más amplia: como una herramienta que transforma realidades, genera diálogo y construye futuro. En un mundo que exige mayor sensibilidad y conciencia, la cocina responde con creatividad, respeto y una profunda conexión con lo humano. Porque hoy, más que nunca, cocinar y compartir alimentos es una forma de cuidar, de resistir y de trascender.
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Manos al Carbón