gastronomía honesta
Representa a uno de los 250 mejores restaurantes de la Guía Culinaria de México, reconocimiento Michelin por dos años, distinción de Cinco Diamantes de la AAA, por excelencia internacional.
En el universo de la alta cocina contemporánea, donde las tendencias cambian al ritmo de las estaciones y los conceptos se reinventan constantemente, hay proyectos que destacan no por lo estridente, sino por la honestidad de su discurso. Ese es el caso de Autor, el restaurante insignia del Conrad Tulum, cuya propuesta culinaria ha sido reconocida de manera consistente por las principales guías gastronómicas del país y del mundo. Detrás de esta narrativa se encuentra el chef ejecutivo Alan García Carías, responsable de la dirección creativa de los restaurantes del resort y figura clave en la consolidación de una cocina mexicana contada desde la historia, la memoria y la identidad. Los galardones hablan por sí solos: Autor forma parte de los 250 mejores restaurantes de la Guía Culinaria de México, cuenta con reconocimiento Michelin por dos años consecutivos y recientemente recibió la distinción de Cinco Diamantes de la AAA, uno de los sellos de excelencia más importantes a nivel internacional. Sin embargo, para el chef, estos logros no son el objetivo final, sino la consecuencia natural de un trabajo que pone al centro el respeto por la cocina mexicana y su contexto cultural. La historia personal del chef es, en sí misma, un punto de partida poco convencional. Hijo de una madre de raíces africanas e inglesas, originaria de una isla con fuerte influencia caribeña y colombiana, Alan creció lejos de la tradición culinaria mexicana que hoy enaltece. Desde su hogar se despertó en él una curiosidad profunda por entender México desde su cocina, lo que lo llevó a investigar, estudiar y recorrer el país para construir una visión propia, respetuosa y documentada de sus sabores. Esa búsqueda se materializa en Autor como un ejercicio de interpretación histórica. Cada menú es una narrativa cuidadosamente diseñada que recorre distintos momentos y territorios del país. Desde el primer tiempo, el comensal se sitúa en Quintana Roo y en la herencia compartida con la Península de Yucatán, una región que fue incluso un país independiente en dos ocasiones. Se habla de la Guerra de Castas, de los mercados tradicionales y de una cocina regional que muchas veces ha sido subestimada, pero que posee una identidad profunda y compleja. La respuesta del público, especialmente del turismo internacional, ha sido reveladora. En un hotel donde entre el 60 y el 70 por ciento de los comensales provienen de Estados Unidos y Canadá, la cocina mexicana ha dejado de ser un terreno desconocido para convertirse en una experiencia deseada.
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Manos al Carbón