MagLes Revista Lésbica MagLes 11 | Les Power | Enero 2014 | Page 29
Columna
Así no hay
quién escriba
Texto: Oldri Ruiz
Cenicero, batido de soja, tabaco, música
abro el programa Word de Microsoft y
empiezo a escribir.
«Producto sin licencia, el programa está
bloqueado». Me enciendo un cigarro, me
acabo el batido mientras busco la manera
de que funcione, suena el ruido molesto
de las últimas gotitas del batido al succionar con la ¿cañita?, ¿pajita?. No hay
nada más violento que ir a un bar y pedirle
a un camarero una pajita, es parecido a
cuando una chica guapa se acerca a mi
stand en perfumería y me dice: «necesito
unos polvos!».
¡Necesito
unos polvos!
Desisto porque mi ordenador no me responde. De repente en mitad de la pantalla me sale un calendario lunar, y se me
abren siete ventanas de sexo por webcam
con la foto de una tipa espatarringada de
sesenta años.
Esta vez quiero empezar con una frase de
esas que impacten, mientras muerdo la
pajita se me ocurre una brillante «yo tenía
una casa en África».
Creo que ya está pillada... «yo tenía un ático en el baix llobregat» no queda tan bien.
Mientras mi mente se va a la pradera con
gacelas trotando, a mujeres subidas en
Jeeps con tierra en las mejillas y pechos
turgentes asomando entre los botones a
punto de estallar de sus camisas caquis a
lo ángeles de Victoria Secret pero en plan
ángeles de Félix Rodríguez de la Fuente un
timbrazo me saca de mi ensimismamiento.
No he pedido butano a gritos desde la
ventana a lo María Callas con faringitis,
ni comida china, ni pizza y los testigos de
Jehová tienen miedo de adentrarse en mi
barrio, no espero a nadie.
Me acerco sigilosamente a la puerta y )