Magazine MYE ABRIL 2017 | Page 13

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- los materiales: Están científicamente diseñados, aíslan una cualidad, son autocorrectivos (el niño puede comprobar si su trabajo es correcto sin ayuda de un adulto), atractivos, favorecen la manipulación ya que es un pilar básico del aprendizaje.

- el guía: El adulto en la escuela Montessori dista mucho de ser el profesor que conocemos en la escuela tradicional. Es más bien un acompañante, un observador del niño, al que ayuda y guía en su desarrollo potenciando sus aptitudes. Presenta el material y sobre todo observa para detectar las necesidades de cada uno y sus periodos sensibles (momentos clave donde están predispuestos a aprender ciertas habilidades). Para el guía es imprescindible una estrecha relación y comunicación con la familia, y su implicación en todo el proceso. Deben contar con una formación específica Montessori.

Torre rosa Montessori. Bágoas fóra

- agrupamiento por edades: se mezclan edades en el mismo ambiente, ayudándose unos a otros. Se distribuyen en nido (entre los 4 y 12-15 meses), comunidad infantil (1 a 3 años), casa de niños (3-6), y lo que correspondería a primaria, taller 1 (6-9 años), taller 2 (9-12).

Aparte de estos puntos esenciales en la pedagogía Montessori son centros donde lo importante es el niño, sus necesidades y respetar sus ritmos, por lo que debe primar la flexibilidad, la capacidad de adaptación, y la colaboración con la familia, y sobre todo, mucho mucho amor.

Mi nombre es Silvia González, maestra de infantil, formada en Montessori por AMI y facilitadora de disciplina positiva. Gerente de Bágoas fóra, tienda online de materiales artesanales de pedagogías alternativas, crianza natural y decoración infantil.

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