Madresfera Magazine 18- Noviembre 2018 | Page 16

[ POST DESTACADO ] vivir por encima del umbral de la pobreza y sobre todo en esas situaciones de vida insana, se llegó a un tope. En definitiva, se pasó de una vida centra- da en lo tradicional y en las relaciones de familia típicas, a un estilo de vida centrado en lo laboral, donde lo económico es el motor social y los valores de trabajo son los protagonistas de una sociedad decadente. El movimiento sindicalista puso orden en esta situación desfavorecida para la infancia y coherencia en la vida familiar, protegiendo a los niños de ese “progreso” que estaba por encima de las vidas. encontramos con que ya no se puede sacar terre- no para humanizar las ciudades. Nos encontramos también con una estructura de pisos, uno tras otro, todos iguales con idénticos materiales, amonto- nados, y un grave déficit de espacios verdes, de parques, de áreas para poder jugar de un modo libre. En definitiva, de un estilo arquitectónico más creativo, más pensado en el servicio social y en crear comunidad. Y salvando las distancias, y sin mínimo ápice de frivolidad, es evidente que no estamos en la misma situación, pero hay muchos paralelismos entre am- bas épocas con relación al trato de la infancia, así nos lo recuerdan los actuales estudios sobre juego e infancia nos trasladan hasta este momento, como fundamental. Nuestro gran problema, la conciliación laboral y familiar, pone en evidencia que una vez más debemos luchar porque un estilo de vida más tradicional y centrado en la familia regrese. Estare- mos siempre a tiempo de cambiar nuestra sociedad a mejor siempre que estemos dispuestos a sacri- ficar parcelas como la económica o la laboral en detrimento de la social. EF: Sin duda considero que las grandes ciudades son ambientes más hostiles no sólo para el juego, sino también para la crianza. De hecho, cuántos de nosotros somos cosmopolitas, nos encanta la vida de la ciudad, la gente, la oferta cultural que ema- nan,... Eso sí, para ser madre o padre, para criar a los niños, prefiero el pueblo. ¿Y esto por qué? Pues porque las ciudades se construyen pensando en el adulto y sobre todo, en el dinero. EF: Yo tengo un ejemplo muy cerquita, que con pequeños actos ha venido consiguiendo grandes cambios estructurales en la ciudadanía. Se trata de la ciudad gallega de Pontevedra. Si bien es cierto que el pequeño tamaño de la ciudad ayuda, desde el año 2010, los pontevedreses han venido desarrollando en su ciudad medidas para favorecer una convivencia pensada en todos y todas, inde- pendientemente de su edad. Todo empezó con la propuesta Camiños escolares, traducido como caminos escolares. Se trata de una iniciativa del ayuntamiento para que los niños vayan solos a sus respectivos colegios. Algo que es impensable desde nuestra concepción de ciudad “peligrosa”, ¿verdad? Lo han conseguido fijando unos itinera- rios estables y con la ayuda de un grupo rotatorio de voluntarios que controlan lugares específicos (cruces, zonas de tráfico condensado, etc.). Los centros escolares también se han unido al cambio y un alto porcentaje de niños y niñas pontevedre- ses pueden ir caminando con total libertad a sus colegios. Pero ha sido sin duda, la influencia que Francesco Tonucci ha traído consigo y con su pro- yecto A cidade dos nenos (La ciudad de los niños), que pretende fomentar los lugares de juego al aire libre en las ciudades, lo que ha situado a Ponteve- dra como una ciudad con representación a nivel europeo de calidad social. La burbuja inmobiliaria nos ha dejado más peso encima que la crisis financiero económica, pues se ha primado el modelo de construcción vertical por encima del horizontal. Se ha construido para hacer dinero, no para hacer sociedad. Y ahora nos Una ciudad más amable para la infancia no es una utopía, o una idea de unos cuantos soñadores, es que ya se está trabajando, tanto en Pontevedra como en otras ciudades españolas, para que esto sea una realidad. DO: ¿Dirías que esa falta de juego social es más “grave” en las grandes ciudades que en los lugares más pequeños o ya no hay escapatoria? 16 • mama • NOVIEMBRE 2018 DO: En tu opinión, ¿cómo sería una ciudad más amable para la infancia?