Madresfera Magazine 16 - Mayo 2018 | Page 28

“El padre ha dedicado cada vez más dinero, pero cada vez menos tiempo, a sus hijos” EL MODELO TRADICIONAL DE PADRE Desde hace generaciones los ni- ños han crecido al lado de padres más bien ausentes, centrados casi en exclusiva en su labor de pro- veedores económicos y discipli- narios. Ellos, los padres, ponían el dinero y el cinturón. Ellas, las ma- dres, el cuidado y los afectos. “Siempre que reflexionamos sobre la paternidad podemos remontar- nos a nuestra experiencia como hijos e hijas. Recuerdo que mi pa- dre, un buen hombre, fue casi un analfabeto emocional y el contac- to físico hasta cierto punto le in- comodaba. Nunca me dijo que me quería, aunque me lo hizo saber de otras formas. A veces pienso en lo duro que le habrá sido tener que mostrarse todo el tiempo fuerte”, reflexiona desde Argenti- na Eduardo Bogino, antropólogo, trabajador social, miembro de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE) y pa- dre de dos. Este modelo de padre provee- dor, con sus variaciones, sigue es- 28 • mama • MAYO 2018 tando vigente hoy. Pese a su ana- cronismo. Así lo reconoce Teresa Martín García, doctora en Ciencias Políticas y Sociales por el Instituto Universitario Europeo de Floren- cia y científica titular en el grupo de investigación sobre dinámicas demográficas en el departamento de Población del CSIC. Según la experta, un número aún elevado de padres “se siguen consideran- do proveedores principales de la familia y apenas se perciben como cuidadores”. Son los conocidos como padres cuidadores ocasio- nales, es decir, padres que partici- pan o ayudan puntualmente a la madre en las labores de crianza y cuidados “pero para los que la pa- ternidad no es un fenómeno que implique por igual a mujeres y hombres, como demuestra el he- cho de que no realizan adaptacio- nes personales y laborales signifi- cativas de cara a poder cuidar”. “El padre ha dedicado cada vez más dinero, pero cada vez menos tiempo, a sus hijos. Está habitua- do a contar el dinero para la vida de su hijo, pero a contar cada vez menos en su vida”, escribe el inte- lectual italiano Luigi Zoja en El gesto de Héctor, un ensayo re- cientemente actualizado y reedi- tado en España por Taurus que muchos señalan como la biblia de la paternidad. Plantea el sociólo- go y analista junguiano que histó- ricamente los padres no habían estado tan alejados de la vida de sus hijos, pero que los cambios de oficio en Occidente producidos en el siglo XX, con la desaparición de los oficios tradicionales, han provocado que trabajen cada vez más lejos o que se hayan marcha- do, en lo que él define “casi como un genocidio de los padres”. “Antes de la revolución indus- trial no existía una clara distinción entre el trabajo productivo y re- productivo, todos los miembros de la familia participaban en casi todos los trabajos y los hijos hijos e hijas se incorporaban a ellos a muy corta edad”, coincide Bogi- no, que señala que en esta época comenzó a gestarse una nueva or- ganización social de los trabajos de cuidados: “el pensamiento económico fue asociando el tra- bajo al mercado y el salario, y des- valorizando el trabajo doméstico y de cuidados, haciendo una dis- tinción entre el valor del trabajo asalariado y el no valor del trabajo doméstico, de forma que las ta- reas de cuidado de las madres se fueron percibiendo de manera progresiva menos como trabajo y más como producto del amor ma- ternal”.