[ HISTORIAS PERSONALES ]
desde el primer momento . Ahora tiene siete años y sabe lo que le puede pasar si toma algún producto que contenga leche o trazas , y sabe cómo debe usar la medicación en caso de reacción alérgica . En el caso del mediano , que tiene cuatro años , lamenta que todavía no es muy consciente , por lo que tienen mucho cuidado con lo que come a escondidas o en el cole .
La organización familiar para las revisiones es fundamental , y más ahora que son familia numerosa con la llegada hace poco más de medio año de Chloe : “ Tengo la nevera llena de citas , sobre todo del mayor que en enero lo diagnosticaron también de esofagitis eosinofílica , una enfermedad crónica del esófago debido a las alergias , por lo que tiene que tomar cada día un tratamiento y hacerle endoscopias de manera periódica ”.
SIN CONCIENCIA SOCIAL DEL PELIGRO
La conciencia social acerca de este tipo de problemas , o la falta de ella , se hace evidente cuando los adultos ofrecen comida a los niños . Desde el frutero que te atiende en el mercado y le ofrece un dulce a los niños que acompañan a su familia a la compra , hasta el padre o la madre que acude con sus hijos al parque e invita a comer parte de la merienda de sus hijos . Todo ello denota una falta de comprensión acerca de las implicaciones que estas acciones pueden tener .
“ La gente confunde una alergia con una intolerancia sin saber que una alergia puede causar la muerte ”
“ La gente no es consciente de lo peligroso que es . Confunden una alergia con una intolerancia sin saber que una alergia puede causar la muerte , mientras que una intolerancia produce síntomas digestivos , muy molestos pero sin desenlace fatal ”, explica Estefanía , quien lamenta sentir que al final la mayoría de las mamás con niños con alergias alimentarias parecen unas “ exageradas ” cuando insisten en que no pueden tomar lo que otros están ofreciendo a sus hijos .
Y no lo tiene fácil . Mientras que su hijo mayor ya esta acostumbrado a decir a todo que no , sin necesidad siquiera de que antes lo revise su madre , no es el caso del mediano , que acepta cualquier alimento que le ofrezcan . Es ahí dónde puede aparecer el problema .
Salir a comer fuera de casa es misión imposible pese a la nueva normativa de alérgenos ya que las trazas pueden ser igual de peligrosas para las personas con alergias que el producto en cuestión . Por ello , salen de casa con un táper o con un bocadillo para los niños .
¿ Y en el colegio ? “ Hay coles que dependiendo las alergias que tenga el alumno eliminan el peligro y por ejemplo sólo se puede llevar fruta . No es nuestro caso , en la clase de mis hijos se lleva de todo , ellos llevan su desayuno y se lo toman con cuidado junto con sus compañeros . El problema viene en las fiestas de cumpleaños que llevan tartas con leche y con huevo , hay veces que no me avisan con tiempo y no puedo preparar nada especial para que lleven ellos ”, lamenta . ■
MAYO 2018 • mama • 25