[ HISTORIAS PERSONALES ]
E
n octubre de
2015, después de
descubrir la aler-
gia al huevo de
su hijo mediano y
tras varios años adaptando
recetas sin leche a causa
de la alergia a la proteína
de leche de vaca del mayor,
Estefanía Pineda se lanzaba
a crear Sin trazas de leche,
un blog para ayudar a los
padres que estaban en la
misma situación que ellos.
Y lo hacía de la mano de su amor por la repostería y
por la fotografía unido a su dominio adaptando las
recetas para sus hijos.
imaginamos que algo no
iba bien. Nos costó un par
de visitas al pediatra hasta
que le mandaron una ana-
lítica de sangre, pero a los
ocho meses ya sabíamos
que era APLV (alergia a la
proteína de leche de vaca).
Pocos meses después
sumamos alergia al hue-
vo y a los ácaros”, cuenta
Estefanía. Lo tuvo mucho
más difícil con el mediano
para encontrar el diagnós-
tico, ya que aunque siempre rechazaba el huevo y
sólo lo comía horneado, siempre estaba malo: “A los
dos años habíamos pasado por mas de 14 bronquitis
además de su dermatitis atópica. Fue el día de su
segundo cumpleaños, cuando le dio una reacción
grave y terminamos en urgencias, cuando supimos
que lo que tenía era alergia al huevo.
“Al principio no te
imaginas que debes
revisar todos los
alimentos para
comprobar que no
lleven el alérgeno o
simplemente trazas”
“Cuando mi hijo mayor cumplió seis meses le
dimos un yogur adaptado a bebé y solo con una
cucharada se le llenó la cara de ronchas, por lo que
MAYO 2018 •
mama
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