[ SALUD ]
de las recomendaciones oficiales”,
explica Laia Casadevall, quien en-
cuentra diversas causas por las
que ésta práctica sigue siendo
tan común en nuestro entorno:
“Para empezar, los partos en nues-
tro país siguen siendo altamente
medicalizados por norma general
y muy a menudo atendidos por
médicos. Sabemos por evidencia
científica que las matronas redu-
cen el riesgo de intervenciones en
el parto, incluidas las episiotomías,
por lo que invertir en matronas es
invertir en la salud de las mujeres
y los bebés. Sin embargo, en este
país no parece interesar mucho
que esto suceda porque las ratios
de matronas siguen estando muy
por debajo de los óptimos. Otro
problema en nuestro entorno es
que hay mucha reticencia a los
cambios y cuesta mucho actuali-
zar a los profesionales en base a
evidencia científica, pues para em-
pezar no existe un organismo re-
gulador que exija el cumplimiento
de actualización y se encargue de
supervisarlo”.
Según la comadrona hay además
de lo anterior una tendencia muy
difícil de cambiar en nuestro país
que es la visión del par