Madresfera Magazine 14 - Enero 2018 | Page 72

[ SALUD ] sesiones con una fisioterapeuta es- pecialista en suelo pélvico, que al igual que Raquel tuvo que pagar de su propio bolsillo, ha mejorado bastante y, de hecho, ha podido te- ner a su segundo hijo en un parto natural y un embarazo sin mayores complicaciones a nivel pélvico gra- cias a su entrenamiento (“El 14 de octubre de 2017 nació mi segundo hijo y pagué muchas sesiones con especialistas de suelo pélvico para poder aguantar el peso del bebé y para poder parir sin complicacio- nes”). Aún así a día de hoy admi- te que sufre molestias durante sus relaciones sexuales y que no pue- de salir de casa sin ir al baño por- que no sabe lo que “puede pasar” (“Tengo dañado poco pero algo sí el esfínter interno lo cual hace que “En España el porcentaje de episioto­mías durante el parto sigue sien­do alarmante y está muy por encima de las recomendaciones oficiales” no tenga la sensación de ir al baño con lo cual cuando lo noto ya estoy muy apurada”), además de que tie- ne que hacer ejercicios todos los días y seguir pagando especialistas para mantener en forma un suelo pélvico que ha quedado muy dete- riorado. “Si no tuviera dinero para pagarlo no sé cómo estaría”, se la- menta. Una práctica común en nuestro entorno Si realmente se ha demostrado una peor recuperación y en muchos casos, como los de Raquel y Mar- ga, también importantes secuelas, nos preguntamos por qué siguen practicándose. ¿Falta información o consenso en este sentido? “En España el porcentaje de episioto- mías durante el parto sigue siendo alarmante y está muy por encima Un daño indemnizable Explica Francisca Fernández Guillén, abogada experta en salud de la mujer, que la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, que regula los derechos de los pacientes y usuarios en materia de información y documentación clínica, dice que “las mujeres tienen derecho a conocer, con motivo de cualquier actuación en el ámbito de su salud, toda la información disponible sobre la misma y decidir libremente si aceptarla o no”. Dado que la episiotomía es una intervención quirúr- gica con un alto potencial lesivo, es imprescindible para la abogada “que la afectada conozca sus posibles consecuencias negativas, la indicación concreta y las alternativas que existen y firme la correspondiente hoja de consentimiento o rechazo”. Respecto a si es posible reclamar por una episioto- mía no consentida, la respuesta de la experta es que sí, “porque la jurisprudencia considera la falta de informa- ción y consentimiento como un daño moral indemniza- ble”. Sin embargo, sean o no consentidas estas inter- 72 • mama • ENERO 2018 venciones, el problema es cuando quedan secuelas. “Después de varias sesiones por la Seguridad Social me dieron el alta y ahí acabó la responsabilidad del hospital donde di a luz, el resto de rehabilitación me la pago yo. Les denuncié y lo único que preguntaron sus abogados era que si mis secuelas pueden ser compli- caciones obstétricas, a lo cual todos contestaron que sí. El juicio fue en septiembre y aún no sé el resultado pero dado que cualquier cosa puede ser considerada una complicación obstétrica lo doy por perdido. También tuve que escuchar que el perito dijera que había mejorado mucho, lo cual me indignó porque si después de más de tres años no fuera capaz ni de caminar ni de sentarme por el dolor sería increíble. La puntuación de mis secuelas según el perito es muy baja debido a que puedo “hacer una vida mínimamen- te normal”, algo que depende mucho de lo que entienda por “normal”, claro, porque si bien he conseguido que no se me escapen las heces sigo teniendo molestias en mis relaciones sexuales”, concluye Marga.