I CURSO VIRTUAL PARA PERIODISTAS // MÓDULO II
Conservación y
restauración en un
contexto de mercados
locales de servicios
ecosistémicos
Los costos de la pérdida y el deterioro de la biodiversidad
y los servicios ecosistémicos varían mucho en la medida
que muchas comunidades locales dependen totalmente
de esos servicios para su supervivencia. En estos casos,
la creación de “áreas conservadas por la comunidad”, ba-
sadas en un uso tradicional y sostenible de los recursos,
constituyen otra alternativa, más efectiva incluso que las
áreas protegidas convencionales. En Perú la legislación
reconoce estas iniciativas como “áreas de conservación
privada” que a la fecha son 125 y suman alrededor de 362
800 hectáreas.
Los esquemas de pago por servicios ambientales surgen
como una solución de mercado a los problemas am-
bientales , en especial a los relacionados a conservación
de biodiversidad y en específico al uso del agua en las
cuencas, donde acciones antrópicas en las partes altas
afectan positiva o negativamente a los usuarios de la
parte baja. Estos problemas son responsabilidad del Es-
tado , pero su intervención para solucionarlos se asume
burocrática y poco eficiente , considerando que por su
naturaleza los esfuerzos se enfocan en regulaciones y/o
sanciones sobre cambio de uso de la tierra y en el cam-
bio en la conducta del poblador que las realiza.
La definición clásica de estos esquemas indica que se
debe establecer una relación voluntaria entre el com-
prador (el o los beneficiarios del servicio) y el proveedor
del servicio (propietario del sitio donde se produce el
servicio). Condición clave para la negociación es definir
claramente el servicio ecosistémico y el uso de la tierra
que asegure la provisión del servicio (lo que se conoce
como condicionalidad). Siendo una relación de mercado,
su promoción ha generado en la academia y en la so-
Ecosistemas de y montaña
Problemáticas
oportunidades
y desarrollo
para el sostenible
cambio en los Andes
ciedad civil argumentos a favor y en contra, dado que se
considera que estos esquemas promueven la valoración
económica del recurso hídrico (o un precio por el agua),
y no incorporan valores sociales, culturales, políticos o
religiosos.
En la práctica, estos esquemas para su adecuado fun-
cionamiento dependen fundamentalmente del com-
promiso y rol que juegan el Estado y/o las comunidades
(quienes hacen uso directo del territorio y los recursos
naturales de los cuales depende directamente el servicio
ecosistémico). Si bien en estricto el esquema inicial está
orientado a un objetivo ambiental, su implementación
ha transitado hasta incorporar también objetivos socia-
les (alivio de la pobreza o mejora de condiciones de vida).
Estos esquemas pueden ayudar a crear demanda, uno
de los motores del “mercado” necesario para corregir ese
desequilibrio que está dañando la biodiversidad y que
bloquea el desarrollo sostenible.
Muchos gobiernos están creando programas de incen-
tivos consistentes en la compensación por los ingresos
perdidos o no recibidos por aprovechar los bosques, para
ayudar a aquellos propietarios de la tierra que protegen
los servicios ecosistémicos. Los pagos son especialmente
útiles cuando la tierra no puede comprarse y ser “aisla-
da” para su protección, o cuando no pueden establecer-
se zonas protegidas. Este es el caso de Ecuador y Perú.
En Ecuador, el año 2008 se crea el Programa Socio Bos-
que , cuyo objetivo principal es la conservación a través
de la entrega de un incentivo económico a campesinos
y comunidades indígenas que se comprometen volunta-
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