I CURSO VIRTUAL PARA PERIODISTAS // MÓDULO II
Propiedad de la tierra
y derechos sobre los
recursos naturales
¿A quién pertenece la tierra?, ¿quién tiene dere-
chos de uso de la misma y los recursos naturales
que existen sobre y debajo de ella?, y ¿qué tan
seguros son esos derechos? La tenencia se puede
definir como la forma en que la tierra es poseída
por individuos y grupos, o el conjunto de relaciones
legales o habitualmente definidas entre las perso-
nas con respecto a la tierra, con lo cual los sistemas
de tenencia de la tierra difieren mucho entre los
países y dentro de ellos, y son producto de factores
históricos y culturales. La propiedad de la tierra es
distinta de la tenencia, y la mayoría de los estados
en última instancia “poseen” la tierra, en la medida
en que se reservan el derecho de anteponer los de-
rechos colectivos (o de la nación) a los individuales.
Por lo general, los gobiernos tienen el control no-
minal de las tierras donde están los bosques y los
ecosistemas más biodiversos, pero son demasiado
débiles para regular efectivamente su uso, con lo
cual la degradación o pérdida del patrimonio na-
tural y los ecosistemas es casi siempre el resultado
final. Sin embargo, una tenencia segura no garanti-
za que los propietarios de la tierra salvarán los bos-
ques. Muy probablemente extraerán y venderán
primero los árboles grandes, maduros y de lento
Problemáticas y oportunidades para el cambio
crecimiento, y llegado a este punto los propietarios
pesarán las ventajas y desventajas de mantener el
bosque o desarrollar actividades agrícolas. Con una
tenencia segura, por lo general las inversiones en
agricultura, pueden ser más atractivas.
Luego del proceso de reforma agraria, todos los
países andinos introdujeron iniciativas de titulación
o de reversión de la propiedad de la tierra. En estos
casos, hay dos elementos importantes a conside-
rar: el registro, que registra los derechos de la tierra,
y el catastro, que proporciona información sobre
la ubicación, los límites, el uso y los valores de las
parcelas de tierra. Este enfoque está siendo intro-
ducido por muchos gobiernos en los países en vías
de desarrollo para proveer mayor seguridad a los
usuarios de la tierra, con el objetivo de mejorar y
asegurar inversiones.
Aunque a veces son útiles para abordar los proble-
mas de tenencia a largo plazo, los nuevos sistemas
de registro de tierras a menudo institucionalizan
las desigualdades inherentes. La mayoría de los sis-
temas de titulación se han concebido en términos
de individuos e ignoran, a menudo, a aquellos con
derechos de uso informal, como mujeres, niños,
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